Hoang Thi Hung, atendiendo uno de los establos ganederos de su familia.

La mujer recordó que, en 2004, su familia salió de Thanh Hoa rumbo a Ciudad Ho Chi Minh para buscar la oportunidad de establecerse en esta metrópoli sureña. Un año después, decidió llegar a la comuna de Le Minh Xuan, en el distrito de Binh Chanh, en la misma urbe, para alquilar terrenos destinados a la ganadería bovina. Entonces, con más de 100 millones de dongs (más de 4350 dólares) de la venta de sus tierras en su tierra natal para comprar una manada bovina de 16 ejemplares. Tras 16 años de trabajo arduo y laborioso, su rebaño ahora suma 150 reses y vacas, de las cuales las 50 vacas producen cada día de 4 a 5 crías. La familia no quiere parar, sino ampliar su ganado y también las ganancias. Thi Hung dijo: “Calculando los años de pérdidas y los de buenas ganancias, el ingreso promedio anual de nuestra familia es de 500 millones de dongs. Hay años en que logramos ingresos de hasta mil millones de dongs provenientes de la cría bovina. Este año también nos esforzamos por obtener más de mil millones. Actualmente, nuestro ganado tiene 150 ejemplares, pero nos esforzamos por aumentar en este mes de septiembre a la cifra de 180”.

La cría bovina no es la única fuente de ingresos de esta familia campesina. Con un terreno de más de 1.600 metros cuadrados adquirido hace unos años en la misma comuna donde vive, Thi Hung se dedica además a la cría aviar, la horticultura y el cultivo de vencejos. No es extraño que ella y su marido estén ocupados todo el día desde las 2 de la mañana a las 4 de la tarde, y muchas veces hasta tarde por la noche. Pham Cong Nam, el esposo de Hung, dijo que desea buscar a alguien que les ayude, pero eso no es tan fácil por lo duros que son los trabajos que realizan.

“Íbamos a contratar a personas para que trabajaran para mi familia; les pedí que fueran al vertedero en el mercado para recoger desechos orgánicos para el ganado, pero decían que era un trabajo vergonzoso y duro, y rechazaron los puestos de trabajo que les ofrecimos. Así que tengo que hacerlo yo mismo, eso explica por qué mis manos y pies están sucios todo el día”, dijo Nam.

En realidad, el matrimonio suda la gota gorda para mantener sano y saludable a sus ganados. Nunca alimentan a sus animales con piensos industriales, sino con hierbas que ellos mismos cortan. Los alimentos industriales, a pesar de sus altos costos, no dan una mejor calidad de carne. Cuando los expertos de la comuna le aconsejaron alimentar a los ganados con residuos del tofu, Pham Cong Nam fue a talleres de tofu en la zona para comprarlos y dar de comer a su rebaño bovino, gracias a eso los animales crecen rápidamente. La venta promedio de una res o una vaca les brinda una facturación de unos 50 millones de dongs (2.117 dólares), lo que genera una ganancia de más de diez millones de dongs. La granja del matrimonio Hung actualmente vende principalmente novillas reproductoras a un precio de 30 a 40 millones de dongs cada una. Con los éxitos económicos logrados en la cría bovina, la pareja ha ofrecido ayuda técnica a muchos vecinos. Al respecto, Nguyen Van Cua, presidente de la Asociación de Agricultores de la comuna de Le Minh Xuan, valoró: “Hung y su esposa trabajan arduamente para desarrollar la economía familiar y también apoyan a los hogares vecinos con técnicas de cría bovina. En este aspecto, ha ayudado mucho a la gente local. Además de la asistencia técnica, brinda ayuda con vacas reproductoras. Los compradores pueden obtener vacas y realizar su pago meses después”.

En Ciudad Ho Chi Minh, los agricultores crían principalmente vacas para obtener leche, y pocos como la familia de Hung se especializan en la producción de carne. Con su exitoso modelo económico, Hoang Thi Hung ha sido reconocida como una de las granjeras más destacadas de su localidad durante muchos años. Fue distinguida en cuatro ocasiones diferentes con el título de “Agricultor Representativo de Ciudad Ho Chi Minh” por el Comité Popular municipal.