6 días de esposa, una vida fiel

Lan Anh
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(VOVworld) - La guerra pasó hace 37 años, los consejos e imágenes de su marido todavía se graban en la mente de Dang Thi Xo. La emocionante historia amorosa del matrimonio del mártir Le Van Huynh rebazó los límites de su aldea, y estremeció a incontables corazones. Aunque pasó de la mitad de su vida, cada vez que recuerda a su marido Xo no puede contener las lágrimas.
(VOVworld) - “Mi amor! Vivimos juntos durante poco tiempo y la guerra te arrebató todo el amor y el cariño. Cuando se casa la mujer es adorada y mimada por su marido. Sin embargo, tú no tienes esa suerte y debes vivir sola. Así, vivimos juntos por poco tiempo y tuvimos que separarnos”. Esas fueron las últimas líneas enviadas por el mártir Le Van Huynh, originario de la comuna de Le Loi, provincia de Thái Binh a su esposa Dang Thi Xo antes de caer en el combate. Ella permanece viuda para rendir culto a su esposo y cumplir el último deseo de buscar y traer sus restos a la tierra natal. 


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La señora Dang Thi Xo lee la última carta de su marido

La guerra pasó hace 37 años, los consejos e imágenes de su marido todavía se graban en la mente de Dang Thi Xo. La emocionante historia amorosa del matrimonio del mártir Le Van Huynh rebazó los límites de su aldea, y estremeció a incontables corazones. Aunque pasó de la mitad de su vida, cada vez que recuerda a su marido Xo no puede contener las lágrimas. Ella dijo: “Nos casamos después de 3 años de amor. Pero durante esos 3 años de noviazgo, Huynh estudió en Hanoi y en las vacaciones de verano se marchaba a Yen Bái a trabajar para pagarse los estudios. Solo regresaba algunas veces a la casa  y descansaba 3 días de la Fiesta tradicional del Año Nuevo Lunar”.

En su juventud Xo era una joven esbelta y graciosa con una sonrisa tierna que  conmovía a numerosos jóvenes. Sin embargo, reservó su amor a Le Van Huynh, su paisano, estudiante de la facultad de ingenieria civil de la Universidad Politécnica de Hanoi. Su amor floreció con una boda sencilla pero muy delicada. Ella contó: “Nos comprometimos a casarnos después que él terninara sus estudios. A finales de l972, nuestras familias querían celebrar la boda. Entonces aprovechamos 3 días de descanso con motivo del Año Nuevo Gregoriano para contraer matrimonio. Después  el  volvió a la escuela porque estaba en el segundo semestre. Cuando llegó el Año Nuevo Lunar, Huynh descansó otros 3 días y se fue al frente”.

Al enterarse de la noticia sobre la muerte de su esposo, la gente le sugirió que  se casara otra vez para no sufrir la viudez. Sin embargo, Xo decidió quedarse viuda para adorar a su marido aunque solo haya sido su esposa durante 6 días. En los últimos 40 años, la tristeza de una mujer que no tiene la felicidad de ser madre siempre está presente en su rostro. Luego de secar las lágrimas, reveló que las palabras de esposo antes de partir al frente hicieron que no pudiera separarlo, aunque solo vive en su imagen. “En el Tet antes de su partida me dijo: "No me maltrates si soy herido o pierdo las manos o los pies". Entonces le respondí: "No te preocupes, no tengo esa mala conciencia. Te amo por toda la vida. Tranquilízate para ir al combate y no te preocupes por los quehaceres domésticos”.

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La esposa del mártir Le Van Huynh ante el altar de la familia   

El deseo de que regresara su marido no se cumplió y solo le queda una carta escrita antes de su muerte y el retrato en el altar. Ella continuó: “No nos tomamos ninguna foto en la boda. En ese Tet le dije que nos retrataríamos, pero él no lo hizo. En el camino hacia el frente, me envió una carta, diciendo que sacara su figura de una foto tomada con sus amigos del décimo grado y ahora la pongo en el altar”.

Cada vez que recuerda a su esposo tiende una estera ante el altar para sentarse y leer su misiva. No se sabe cuantas noches en que Xo no dueme y llora por el recuerdo de su marido. Sobre todo, cuando todavía no encontraba su tumba. Prometía a su esposo hacerlo a toda costa. “En su carta expresó el deseo de que trajéramos sus restos a la tierra natal si moría. Siempre pienso en esto, por ello no puedo contraer matrimonio otra vez. En los últimos decenios siempre recuerdo suspalabras. Ahora me siento muy tranquila por haber cumplido su anhelo”.

Ha pasado casi toda la vida, Xo no desea nada para ella y su último anhelo de traer los restos de su esposo a la tierra natal ha sido cumplido. La carta, recuerdo preciado y sagrado ha sido donada al museo del Muro antiguo de Quang Tri y solo guarda una copia en la casa. Xo consideró: “Mi esposo murió y este es un gran dolor, pero también aportó a la independencia de la Patria. Debo vivir y ser digna de su sacrificio” ./.

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