Expertos advirtieron que si no se toman medidas más severas y acciones más resueltas, una segunda oleada de la enfermedad podría echar por tierra todos los frutos alcanzados por la humanidad en las últimas décadas, además de hacerle pagar un alto precio por las enormes pérdidas humanas.

Desinfectando una zona en la ciudad de Daegu, Corea del Sur para contener el nuevo coronavirus. (Foto: Xinhua/VNA)

Según estadísticas, cada 18 segundos fallece una persona por covid-19. ¿Un nuevo brote sería más peligroso y mortífero que el primero? Hasta ahora esta cuestión sigue siendo una incógnita.

Latentes riesgos

Seis meses después de la detección en Wuhan, China de los primeros portadores del virus SARS-CoV-2, causante de esta crisis sanitaria global, la situación epidémica aún es impredecible. Inclusive, tiende a empeorar en muchas partes del mundo, aunque en varios países se registraron ciertos progresos en el control de la enfermedad.

Estados Unidos había reportado una disminución de nuevos contagios a 20 mil diarios durante unas semanas. Pero, últimamente este país confirmó aumentos súbitos. Particularmente, el pasado 26 de junio el número de pacientes con covid-19 se disparó a más de 40 mil casos. 

Mientras, unas 30 naciones europeas también reportaron en las últimas dos semanas fuertes incrementos de casos.

En Corea del Sur, modelo en la gestión de la epidemia, han aparecido grandes focos y contagios masivos en diferentes ciudades. Australia, también en el grupo de países altamente estimados por su capacidad de contener la propagación del letal virus, enfrenta un nuevo brote en el estado de Victoria, con aumentos considerables de infecciones en los últimos 10 días, la mayoría procedente de la comunidad. Especialistas en sanidad del territorio oceánico alertaron sobre grandes estragos en una posible segunda oleada de la enfermedad. 

Entre tanto, en América Latina, los portadores del coronavirus se multiplicaron por tres, para sumar 2,5 millones, y los mayores focos son Brasil y México. La enfermedad está poniendo en peligro la salud de la población, al tiempo que debilita las bases socioeconómicas de la región en la que existen ya muchos problemas graves desde hace años.

Altos precios que pagar

Obviamente, el virus SARS-CoV-2 es extremadamente peligroso, mientras no se logre producir una vacuna. Según estudiosos, los imprudentes enfoques de unos países sobre el combate de este mal y la ansiedad por restaurar la economía son algunas de las causas principales de su rápida expansión. 

Desafiando advertencias sobre la segunda oleada de la epidemia y el aumento de los contagios, la Unión Europea (UE) reabre a partir de hoy sus puertas a los extranjeros después de tres meses de cuarentena masiva. Aunque solo son pocos los países con los que la zona reabre sus fronteras de modo temporal, muchas naciones pertenecientes al bloque instaron a la Comisión Europea a reabrir pronto el espacio de Schengen, especialmente a los territorios que aportan grandes ingresos por turísmo y la organización de ferias internacionales. 

Analistas advirtieron que más que nunca los países deben elevar la vigilancia mientras flexibilizan las medidas de control del covid-19 para no sufrir más estragos en la economía por un nuevo brote. Al contrario, tienen que continuar con el distanciamiento social a fin de allanar su curva. Puede que no sea necesario aplicar medidas muy radicales pero estas deben ser suficientes con el fin de contener su propagación, acotaron. Además, el rebrote de la epidemia ocasionará daños verdaderamente graves a los países con un sistema sanitario incapacitado.

La historia ha dado a la humanidad valiosas lecciones sobre los altos precios a pagar al bajar la guardia en combates estratégicos. En la pandemia de gripe de 1918, el segundo brote fue peor que el primero. Al reaparecer el virus causante de la enfermedad no se debilitaba, sino que se tornó más peligroso. Esa contingencia epidemiológica se cobró la vida de 50 millones de personas de los más de 500 millones de casos en el mundo. Y ahora, en la lucha contra el covid-19, si no se toman medidas y acciones más categóricas, será muy alto el precio que la humanidad tendrá que pagar.