(VOVworld) – Los resultados del referendo celebrado a fines de la semana pasada en Lugansk y Donestsk, dos provincias del este de Ucrania, corroboraron el apoyo de la mayoría de sus habitantes a la autodeterminación. Pero al mismo tiempo acentúan las contradicciones internas en Ucrania y ponen al gobierno interino de Kiev ante nuevos retos políticos, en vísperas de las planeadas elecciones presidenciales para las próximas dos semanas y en medio de una economía al borde del colapso.
El escrutinio fue realizado inmediatamente después del cierre
de los colegios electorales
Se registró un gran número de votantes sin precedentes en el referéndum, cuyos resultados anunciados el 12 de mayo demuestran que la mayoría de los electores de Lugansk y Donestsk se inclinan a la autonomía, con el 96% y 90% de los votos a favor, respectivamente.
Opiniones opuestas en la comunidad internacional
Los resultados del referendo activaron un altercado verbal entre Occidente y Rusia.
El Kremlin declaró que Rusia respeta el referendo sobre el estatuto de autonomía de esas dos localidades ucranianas. Llamó al cumplimiento de los resultados obtenidos mediante el diálogo entre los representantes de Kiev, Donetsk y Lugansk. Moscú también instó al gobierno interino ucraniano a realizar conversaciones en el ámbito nacional sobre la futura arquitectura del país.
Mientras tanto, la administración de Kiev y Occidente catalogaron el referendo como una farsa política. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania afirmó que la consulta no tendrá impactos legales en la integridad territorial de Ucrania. Estados Unidos declaró que no reconocerá ese referendo ilegal. La vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, aseguró que la votación es el esfuerzo de grupos separatistas en Donetsk y Lugansk para provocar la desintegración de Ucrania. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, consideró ilegal, inválido y desconfiable el referendo en Donetsk y Lugansk.
La situación sigue tensa en Mariupol, en el este de Ucrania
Se agrava la crisis política en Ucrania
Pocas horas después del anuncio de los resultados del referendo, los dirigentes de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk declararon soberanía e independencia de Ucrania. Dennis Pushilin, co presidente de la República de Donetsk afirmó la soberanía y al mismo tiempo solicitó a Moscú aceptarla como parte de la Federación Rusa. Pushilin también informó que el máximo órgano estatal de esta nueva república será el Consejo Supremo, que tiene la responsabilidad de fundar el nuevo gobierno y el Consejo de Seguridad.
En tanto, el gobernador de Lugansk, Valery Bolotov, declaró que el camino de esta República es el del nacionalismo, la libertad, y de actuar según la ley, y recordó que Lugansk no cumplirá más las ordenanzas de la administración de Kiev. El dirigente interino de la República Popular de Lugansk planeó presentar una carta a la Organización de Naciones Unidas para pedir el estatuto de independencia y llamar el reconocimiento internacional.
Las fuerzas armadas del gobierno interino de Ucrania mantienen sus
"operaciones antiterroristas" en el sur y este del país
Sin embargo, lo más preocupante para la administración interina de Ucrania es que las fuerzas separatistas tanto en Donetsk como en Lugansk declararon que no participarán en las elecciones presidenciales de Ucrania, previstas para el próximo 25 de mayo, y que estudiarán la posibilidad de integrarse a la Federación Rusa. Según analistas, si las autoridades autoproclamadas de Ucrania no cambian su posición hacia las regiones del sur-este y continúan aplicando una política de represión, a ese país le espera un futuro de desintegración.
Por otro lado, la victoria de estas fuerzas en Donetsk y Lugansk pueden causar el efecto dominó a otras zonas en Ucrania, como Jarkov y Odesa. Además de una economía estancada, actualmente Ucrania se enfrenta a un grave conflicto entre la administración de Kiev y las provincias orientales. Este contexto exige una mayor flexibilidad para poder controlar la situación. Sin embargo, parece una tarea ardua y Ucrania no escapará fácilmente de esta crisis.