La visita a los Emiratos Árabes Unidos de Bashar al-Assad tiene lugar en un contexto especial en el que la guerra civil en Siria ha entrado en su undécimo año y el proceso de reconciliación nacional aún no ha dado resultados definitivos.
El presidente sirio Bashar al-Assad de Siria (i) se reúne con el príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed al-Nahyan, el 18 de marzo en Abu Dhabi. (Foto: Reuters)
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Sin embargo, con la ayuda de Rusia y algunos de sus países aliados, el gobierno del presidente al-Assad ha prevalecido en la batalla de campo, controlando gran parte de las regiones estratégicas del país. Además, ha logrado conectarse activamente con la comunidad mundial, rompiendo gradualmente el estado de aislamiento en el que ha vivido durante años. Mientras tanto, los EAU están mostrando su fuerte influencia en la conexión y reconciliación entre antiguos enemigos en la región.
Siria rompe su aislamiento
Como consecuencia de la “Primavera Árabe”, Siria cayó en una sangrienta guerra civil a principios de 2011, la cual condujo a la decisión de suspender su membresía por parte de la Liga Árabe unos meses después. En adición, Siria también se vio aislada de los países vecinos después de que muchos de ellos anunciaran simultáneamente la ruptura de relaciones diplomáticas, entre los cuales se encuentran los EAU, que rompieron vínculos diplomáticos con Siria en febrero de 2012.
Sin embargo, después de años de lucha inquebrantable, el gobierno de Bashar al-Assad ha retomado gradualmente su control del país y ha logrado avances importantes para romper el cerco.
En diciembre de 2018, los EAU volvieron a abrir su embajada en Damasco. Casi tres años después, en noviembre de 2021, el ministro de Relaciones Exteriores de los EAU, el jeque Abdullah bin Zayed Al-Nahyan, realizó una visita oficial a la capital siria, donde mantuvo conversaciones con el presidente al-Assad, lo que marcó un cambio positivo en las relaciones bilaterales entre los dos países.
Pero los EAU no son los únicos que restablecieron los nexos diplomáticos y contactos con Siria. Anteriormente, en octubre de 2021, el rey Abdullah II de Jordania también mantuvo una conversación telefónica con al-Assad por primera vez desde el estallido de la guerra civil siria.
Estos logros del gobierno de Damasco no sólo impulsan los esfuerzos para construir una nueva Constitución y restaurar la paz en el país, sino que también difunden activamente el espíritu de armonía y reconciliación en toda la región. En declaraciones posteriores a una conversación sostenida con el presidente Bashar al-Assad en Abu Dabi, el príncipe heredero, el jeque Mohammed bin Zayed Al-Nahyan, expresó su esperanza de que “la visita del presidente al-Assad despeje el camino para la paz y la estabilidad en Siria y toda la región”.
Avances para la situación geopolítica y la reconciliación en Oriente Medio
Según analistas regionales e internacionales, la mejora de las relaciones entre Siria y los países árabes en el contexto de la complicada situación geopolítica regional y mundial conlleva valiosos mensajes positivos.
Eso se refleja primeramente en la continuación de la tendencia hacia la armonía y la reconciliación que se ha ido formando en los últimos años en Oriente Medio. Ejemplos de ello son la firma de acuerdos de paz con tres países árabes, incluidos los EAU (en 2020), el alivio de tensiones en las relaciones entre Qatar y cinco países árabes que se vieron prolongadas entre 2017 y 2020, y la tendencia de reducir la confrontación y aumentar el diálogo entre Irán y un grupo de países árabes, encabezado por Arabia Saudita.
En segundo lugar, los países de Medio Oriente han demostrado cada vez mayor autosuficiencia y derecho de autodeterminación sobre los asuntos regionales, liberándose gradualmente de la dominación y la influencia de fuerzas externas.
Después de la reunión entre el ministro de Relaciones Exteriores de los EAU y el jefe de Estado sirio en Damasco en noviembre de 2021, la administración estadounidense advirtió de inmediato que Washington no dará apoyo alguno a los esfuerzos por normalizar o volver a reconocer a la administración del presidente Bashar al-Assad. Sin embargo, los EAU y los países árabes continúan abriendo la puerta al diálogo con Siria.
Con lo que ha sucedido, se puede apreciar que la situación geopolítica de la región de Medio Oriente está experimentando un gran cambio. En particular, la tendencia a la paz y reconciliación se está consolidando activamente, ampliando así la oportunidad de resolver no sólo la guerra civil en Siria, sino también una serie de otros asuntos históricos, especialmente el conflicto entre Israel y el mundo árabe prolongado durante décadas.