Durante una ceremonia a la que asistieron unos 200 invitados, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y los titulares de Relaciones Exteriores de Bahréin, Abdullatif Bin Rashid Al Zayani, y de los EAU, el jeque Abdullah Bin Zayed Al Nahyan, firmaron los acuerdos para normalizar las relaciones, en presencia del presidente estadounidense, Donald Trump.
Con esta decisión, los EAU y Bahréin se convirtieron en el tercer y cuarto Estado árabe en firmar un pacto de paz con Israel, después de Egipto (1979) y Jordania (1994).
Desde la izquierda: El titular de Relaciones Exteriores de Bahréin, el premier israelí, el presidente de Estados Unidos y el canciller de EAU, durante el acto de firma para normalizar las relaciones celebrado el 15 de septiembre (Foto: AP) |
Al intervenir en el acto de rúbrica, Trump lo consideró como un paso importante hacia un futuro en el que todas las personas, independientemente de sus creencias y etnias, coexistan de manera pacífica y próspera. El inquilino de la Casa Blanca destacó que este evento cambiará el curso de la historia, marcando un nuevo amanecer en Medio Oriente después de décadas de divisiones y conflictos. En particular, afirmó que tras los EAU y Bahréin, habrá entre siete y nueve países árabes más que estén dispuestos a normalizar las relaciones con Israel.
Una victoria se logra por los esfuerzos de muchas partes
Según expertos, la consecución de estos convenios es una importante victoria diplomática para Trump, interesado en mostrarse como un “pacificador”, a siete semanas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en las que buscará un segundo mandato. Este éxito también muestra una fuerte influencia de Washington ante sus aliados y su capacidad de reunir fuerzas en la región.
Para Israel, la firma de acuerdos con antiguos enemigos árabes demuestra que el Estado judío desea elevar su posición y romper su aislamiento en la región, mientras busca apoyos en el enfrentamiento contra Irán, país que considera a Tel Aviv como un “archienemigo” y quiere “eliminarlo”.
De igual forma, para los EAU, una nación rica con gran potencial y ambición en la región, llegar a un acuerdo destinado a normalizar las relaciones con Israel no solo sirve para afirmar sus buenos vínculos con Estados Unidos, sino también para conseguir otros beneficios en seguridad, economía, política y diplomacia.
Antes y después de la suscripción de los acuerdos de paz, muchos países de la región expresaron su apoyo y afirmaron que estos evidencian el deseo de cooperación y la tendencia a la reconciliación en Medio Oriente.
Palestinos manifiestan contra el acuerdo de paz alcanzado entre Israel, EAU y Bahrein (Foto: AP) |
Una situación impredecible
Sin embargo, llegar a esta situación no significa que Oriente Medio pueda lograr la paz y la estabilidad de forma inmediata. Los antecedentes históricos extremadamente complejos y los intereses entrelazados entre muchas entidades regionales e internacionales empujan a esta región a caer en riesgo de caos. Este es también un enigma que la comunidad mundial no ha podido resolver durante décadas.
De hecho, este evento no es lo esperado por todos los países de la región. Durante los últimos días, la Autoridad Palestina, una de las partes en el proceso de paz de Oriente Medio, se ha opuesto repetidamente a los acuerdos, considerándolos una traición a la causa por la liberación de los palestinos.
Por su parte, Irán y Turquía también los criticaron duramente, advirtiendo de las peligrosas consecuencias que podrían traer a la paz regional. Según analistas, Teherán intentará reunir fuerzas en un futuro próximo para resistir la presión y el aislamiento reforzado por Estados Unidos, Israel y sus aliados, así como escalar la confrontación de Oriente Medio.
Hasta ahora, Arabia Saudita ha mantenido una postura constante en su apoyo a los palestinos y sus esfuerzos para lograr una solución justa y completa al conflicto con los israelíes. Esta medida busca construir un Estado independiente con las fronteras de 1967 y Jerusalén Este como la capital, de conformidad con las resoluciones internacionales legítimas y la Iniciativa de Paz Árabe.
Con estos acontecimientos, los observadores predijeron que la situación geopolítica en Medio Oriente en el próximo tiempo seguirá siendo una incógnita.