(VOVworld) - Al derribo este 22 de junio de un caza turco por parte de las fuerzas antiaéreas de Siria ha seguido este lunes, la denuncia de Ankara por ataques sirios contra un segundo avión en misión de rescate de la tripulación de la nave abatida. Este nuevo suceso acrecienta las tensiones entre los dos países y amenaza con desatar más violencia en el ámbito internacional, en medio de los sangrientos conflictos en el seno de Siria.
El vocero sirio Jihad Maqdisi insite en que su país actuó conforme
a sus derechos de defensa al derribar el avión turco
El vice primer ministro turco, Bulent Arinc anunció que el derribo del avión F4 por Siria es un acto hostil de la mayor envergadura contra su seguridad nacional y afirmó que Ankara se reservará todos los derechos derivados de la ley internacional para responder al incidente. Sin limitarse a las acusaciones, el vice premier de Turquía informó que su país decidirá dentro de algunos días la suspensión del suministro de electricidad al vecino país del sur. Por su parte, el canciller turco Ahmet Davutoglu estimó que el caza F4 no realizaba actividades de espionaje, sino que cumplía misión de entrenamiento para examinar el funcionamiento de un sistema de radares. Davutoglu también aseveró que Ankara reaccionará con contención, pero pronto decidirá el alcance de las medidas de respuesta.
Mientras tanto, el vocero del Ministerio de Exteriores de Siria, Jihad Maqdisi replicó que Damasco actuó de manera defensiva y soberana puesto que el aeronave turca violó el cielo sirio. No ostante dijo que su país no siente hostilidad hacia Turquía. “Lo que sucedió fue un accidente y no una agresión como algunos dicen, porque el avión fue derribado por una batería antiaérea sin radar con un alcance máximo de 2,5 kilómetros", explicó Yihad Maqdisi.
El hecho no solo daña gravemente los vínculos entre estas dos naciones vecinas, sino que se ha convertido en un pretexto para que Occidente aumente las presiones internacionales sobre la administración del presidente Bashar al Assad, e intervenga más profundamente en la situación siria, como estiman los analistas.
Pese a la afirmación por Damasco de que el derribo del caza turco no fue una agresión sino que se trató de un comportamiento a tono con sus derechos de defensa al detectar el aparato en su espacio aéreo nacional, la Organización del Tratato del Atlántico Norte (OTAN) de la cual forma parte Turquía decidió convocar este martes a una reunión urgente a petición de Ankara para analizar el incidente.
El derribo del caza turco F4 por el ejército sirio es pretexto para
nuevas presiones sobre el gobierno de Bashar al Assad
EEUU tampoco se excluye de este escenario con la declaración del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney sobre su disposicion de coordinar con Turquía la exigencia a Damasco de responsabilizarse de lo acontecido. Con anterioridad, la secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton informó que Washington cooperará de manera estrecha con Ankara para impulsar un proceso de transición del poder en Siria.
En tanto, en el intento de aislar aún más al gobierno de Damasco y obligar a la salida de al Assad, cancilleres de la Unión Europea aprobaron el 25 de junio nuevas medidas de sanción contra Siria, cuyos blancos principales son los ministerios y empresas estatales. Se trata de la décimo sexta sanción adoptada por los 27 contra el país árabe desde el mes de marzo de 2011, que incluyó 129 personalidades y 49 instituciones del régimen de Bashar al Assad en una lista negra.
Australia también anunció la imposición de nuevos castigos a Siria, incluida la prohibición de intercambios comerciales en los sectores de petróleo, servicios financieros y telecomunicaciones, entre otros.
Frente a este complicado y sensible escenario, el vice canciller ruso, Alexander Glushko instó a la OTAN a no aprovechar la solicitud de Turquía de una reunión de la alianza para evitar empeorar la escalada de tensiones en Siria. Irán, un aliado de Siria, abogó porque el incidente sea considerado con precisión y medidas pacíficas, para garantizar la estabilidad y la seguridad en la región. Por su parte, China llamó a la calma y compostura de todas las partes.
En tanto se incrementa conflicto entre gobierno y rebeldes en Siria
En medio de las tensiones entre el gobierno sirio y las potencias occidentales las cuales no han encontrado una medida efectiva, se siguen endureciendo los enfrentamientos entre el ejército del régimen de al Assad y las fuerzas opositoras. Según la Organización supervisora de los derechos humanos en Siria, SOHR, con sede en el Reino Unido, la semana pasada fue una de las más sangrientas de la crisis de 15 meses en la nación del Oriente Medio, en particular en el día 24 del mes en curso, la violencia cobró al menos 34 vidas. De acuerdo con varias fuentes, desde marzo de 2011 hasta la fecha, unas 15 mil personas perdieron vida en los actos violentos en ese país árabe, al cual le espera un futuro sombrío.
De hecho, la situación de Siria no se distiende, en medio de las presiones de Occidente tras el derribo del avión turco y los conflictos internos. La crisis en ese país está siendo empujada a un límite peligroso, que pueda activar un detonante de conflictos en todo el Oriente Medio./.