(VOVworld) – Las tensiones entre Sudán y Sudán del Sur siguen en aumento, preocupando a la opinión pública mundial. Si las disputas bilaterales no se resuelven, los dos países se enfrascarán en una dura guerra.
Este miércoles, Sudán cesó todas las negociaciones con la joven República de Sudán del Sur para solventar sus discrepancias en torno a la liquidación petrolera y otras diferencias surgidas tras los últimos enfrentamientos entre ambas partes en la zona productiva del crudo en la frontera. En un reciente comunicado, Jartum declaró que retirará con efecto inmediato su delegación negociadora de las conversaciones, a celebrarse en Adís Abeba, capital de Etiopia bajo el auspicio de la Unión Africana, y ordenará la movilización general del Ejército.
Un día antes, como una acción calificada de auto-defensa, las Fuerzas de Liberación Popular Sur sudanesas realizaron un ataque a gran escala contra el mayor campo petrolífero sudanés de Heglig, donde se producen 115 mil barriles diarios, que es la mitad de la producción total de crudos del país.
Juba acusó a las tropas sudanesas de usar aviones de combate y armas pesadas contra la ciudad de Teshwin cercana a la controvertida zona productiva del petróleo, y a la vez, informó del derribo de un avión de bombardeo sudanés. Según la opinión pública, tales violaciones empañaron el acuerdo de cese al fuego suscrito entre ambas partes en febrero pasado así como los esfuerzos del ex presidente sudafricano y dirigente del Grupo de reconciliación de la Unión Africana, Thabo Mbeki al respecto. Tras la ruptura de las citadas negociaciones, los mediadores se reunieron con los mandatarios de Sudán del Sur, Salva Kiir y de Sudán, Omar al-Bashir para buscar soluciones enfiladas a suavizar la situación. Estos esfuerzos diplomáticos de lanzadera propiciaron la reanudación de los encuentros de alto rango. Sin embargo, los conflictos surgidos entre Sudán y Sudán del Sur han nublado las esperanzas sobre la paz mutua. La Unión africana ofreció una propuesta relacionada con las esferas política, militar y de seguridad, pero aún continúa investigando y consultando de modo integral para garantizar la participación de las partes vinculadas. Entretanto, el negociador principal sur sudanés, Pagan Amum consideró que ambas naciones todavía no se encuentran dispuestas al diálogo, al tiempo que criticó el retiro del equipo negociador sudanés y su rechazo de la firma de un acuerdo oficial con Juba.
El ex presidente sudafricano, Thabo Mbeki, llega a Jabo para intentar
solventar las diferencias entre Sudán y Sudán del Sur
En realidad, desde que Sudán del Sur se separara de Sudán y proclamara la independencia en julio de 2011, entre los dos países existieron discrepancias, especialmente sobre la división fronteriza y los beneficios petroleros. Según cálculos, la reserva del crudo de Sudán representó 6,7 mil millones de barriles al año (la tercera cantidad más grande en el continente), mientras los beneficios derivados de este combustible aportaron un 68 por ciento al presupuesto del Norte y un 98 por ciento del sureño. Aunque el Sur cuenta con más petróleo, el Norte controla los oleoductos por los que se transporta el crudo al extranjero a través del Mar Rojo. El Acuerdo de Paz para terminar la guerra civil entre ambas regiones, firmado en 2005, estipula que los beneficios se dividan igualmente. No obstante, desde su independencia, Juba alegó sustituir esta distribución por los pagos de la transportación mediante el uso de la infraestructura en Jartum. En aras de evitar la dependencia de la infraestructura en el Norte, el Sur consideró la construcción de un oleoducto hacia la ciudad marítima de Mombasa, Kenia. Esta decisión no recibió la aceptación del Norte de Sudán, país dependiente de la fuente petrolera del Sur, por preocupaciones ante la pérdida de miles de millones de dólares derivados del crudo.
Las discrepancias en torno al petróleo agravan la tensión
entre el Norte y el Sur de Sudán
En los últimos tiempos, los estados ubicados en la frontera de ambas partes como Kordoban, Blue Nile y Unity, entre otros se vieron sufridos los enfrentamientos entre los soldados sudaneses y los grupos armados bajo el auspicio del Sudán del Sur. La violencia entre los dos países causó inquietudes en la opinión pública mundial. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon exhortó la calma y el cese al fuego de las partes para garantizar la seguridad del pueblo. En un reciente suceso, a principios de abril, EEUU brindó 26 millones de dólares en favor de más de 140 mil refugiados de los conflictos.
Actualmente, estas naciones vecinas aún no encuentran la voz común. Esto necesita la intervención de la comunidad internacional. A la opinión pública le preocupa que si este problema se expande, Sudán y Sudán del Sur no obtendrán los beneficios del crudo ni mejorarán la situación, lo cual ejercerá influencias negativas a la economía y la vida de ambos pueblos./.