La Cumbre del G20, en desarrollo el 28 y el 29 del presente mes, marca los 20 años de la fundación del mecanismo y aborda los retos jamás vistos en la última década. Los temas que centraron la agenda de la cita del año pasado en Argentina como conflictos comerciales, cambio climático, tensiones bilaterales, medio ambiente y energía siguen siendo importantes en el encuentro cimero de 2019 en Japón.
Debates de las cuestiones espinosas
Con el objetivo de lograr un crecimiento fuerte, sostenible, equilibrado e integral, la reunión incluye 4 debates principales: economía global, comercio e inversión; innovación y economía digital; medio ambiente, energía y cambio climático; así como desarrollo sostenible, empleo, mujer y sanidad.
Según el primer ministro nipón, Shinzo Abe, la cooperación para mantener y consolidar la apertura del comercio internacional es el mayor desafío de la época. De esta manera, los líderes evaluarán las amenazas de la economía global en un contexto en que los bancos de Estado de numerosos países aplican la política monetaria expansiva, y reafirmarán la determinación de aprovechar todos los instrumentos jurídicos para garantizar un crecimiento inclusivo a largo plazo. Japón espera que los dirigentes del G20 coincidan en la importancia de la liberalización comercial y la competencia equitativa.
Otro asunto primordial es la elaboración de las normas para maximizar el potencial de la economía digital y garantizar la transmisión transfronteriza de datos creando un mecanismo internacional al respecto. Tokio considera la transacción de este tipo como un negocio rentable en la actualidad y un motor del crecimiento económico en el futuro, razón por la cual promovió ese proceso en la Cumbre del G20.
Sin embargo, dichas tareas prioritarias no se separan de la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la cual debe perfeccionarse para impulsar la protección de la libertad y equidad comercial. Sin embargo, existen diferencias en cuanto a las medidas destinadas a mejorar las actividades de esa institución mundial.
Cabe destacar también el fomento de la innovación en la solución de los problemas globales. En Osaka, Japón quiere que los participantes confirmen la trascendencia de esta labor.
Los retos
La reunión anual del G20 se ha convertido en uno de los foros internacionales más importantes del mundo. Este año, se vislumbran muchas dificultades en obtener un cambio histórico.
Primero, la guerra comercial entre Estados Unidos y China proyecta una sombra sobre la cita. Mientras, las organizaciones multilaterales como la ONU y la OMC enfrentan retos internos sin precedentes, especialmente la política “Estados Unidos primero” del presidente norteamericano, Donald Trump.
Entretanto, las reuniones a nivel ministerial del G20 desde principios de 2019 hasta la fecha reportan señales de inestabilidad. Cabe la posibilidad de que los líderes del mecanismo no se comprometan a impedir el proteccionismo, pues en el encuentro cimero del año pasado en Buenos Aires todas las promesas relativas fueron rechazadas por Washington.
En vísperas de la cita, el presidente de Francia, Emmanuel Macron afirmó que no firmará la Declaración Conjunta si no especifica el enfrentamiento al cambio climático. El mandatario galo respondió al borrador de este documento después de descubrir la ausencia de las normas diseñadas para cumplir el Acuerdo de París sobre el tema aprobado en 2015. Este hecho aumenta la preocupación de Francia por la repetición de la historia en 2019, a sabiendas de que la reunión del año pasado en Argentina subestimó la agenda de la variación climática.
La Cumbre del G20 tiene lugar en medio de los grandes retos económicos mundiales. Las discrepancias crecientes entre algunos países ejercerán influencias nada pequeñas en el resultado del foro de suma importancia para la cooperación económica global.