Casi 10 meses después de que Rusia lanzara su operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero, la situación allí sigue siendo extremadamente complicada.
Escenario complicado
Se han registrado feroces enfrentamientos entre las dos partes diariamente en muchos frentes, incluso en las cuatro regiones ucranianas anexadas por Rusia: Kherson, Zaporizhzhia en el sur y Donetsk, Lugansk en el este.
En particular, el ejército ruso ha intensificado los ataques con vehículos aéreos no tripulados y misiles de largo alcance contra las infraestructuras energéticas, incluida la electricidad, en la mayoría de las principales ciudades de Ucrania, lo que ha provocado interrupciones en los servicios de abastecimiento de energía para millones de ucranianos durante el frío invierno.
En ese contexto, Occidente aumentó continuamente una asistencia financiera y una gran cantidad de armas pesadas modernas al ejército ucraniano, y se comprometió a mantener su ayuda a largo plazo a Kiev. Esta medida hace que el nivel de conflicto entre Rusia y Ucrania se vuelva cada vez más feroz y difícil de predecir el resultado. También significa que la oportunidad de negociaciones de paz es cada vez más compleja, o al menos requiere más tiempo, dada la situación real del campo de batalla.
Se acercan las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. La continuidad de los combates significa que millones de ucranianos y decenas de miles de soldados de ambos lados no podrán reunirse con sus familias y seres queridos para festejar la festividad más importante del año. Al contrario, deben continuar enfrentando el riesgo de convertirse en la próxima víctima de las bombas.
Retos y perspectivas
Frente a ese hecho, la comunidad internacional ha instado repetidamente a Moscú, Kiev y otras partes concernidas a llegar a un alto el fuego en la próxima Navidad y Año Nuevo. El nuevo y más notable de estos esfuerzos es el llamamiento del Papa Francisco, el pasado 14 de diciembre. A principios de esta semana, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, también sugirió que Rusia debería retirar sus tropas de Ucrania antes de Navidad.
Sin embargo, se dice que la posibilidad de llegar a una tregua durante esta Navidad y Año Nuevo no es alta. En una conferencia de prensa sobre el tema, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo: “No hay ninguna propuesta de tregua. Está fuera de la agenda”. El mismo día, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, también dijo que, con la escala de las hostilidades en curso, es muy baja la posibilidad de terminar con prontitud el conflicto ruso-ucraniano.
A pesar de ese panorama menos optimista, la opinión internacional aún confía en la oportunidad de reactivar las conversaciones de paz para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania. Uno de los cimientos importantes de esa confianza es el hecho de que las dos partes han negociado y llevado a cabo con éxito intercambios de cientos de prisioneros. El último intercambio tuvo lugar el 14 de diciembre cuando Rusia devolvió 65 prisioneros al lado ucraniano, incluido un ciudadano estadounidense. Sin embargo, no se ha anunciado el número de presos rusos devueltos por Ucrania.
De hecho, tanto Rusiay Ucrania como otros países relacionados, especialmente de Europa, están conscientes de que cuanto más se prolonguen las hostilidades, mayores serán las pérdidas para las partes involucradas, independientemente de quién triunfe en el terreno militar. Sin embargo, todos aún no realizan esfuerzos suficientes para llegar al acuerdo final de alto el fuego.