Foto de ilustración (Daily Mail)
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En enero pasado, el acuerdo del Brexit fue rechazado con el mayor número de votos en contra en la historia británica debido a la cuestión del límite fronterizo entre las dos Irlandas. Los parlamentarios británicos esperaban una garantía legal que previera eludir una frontera física permanente entre la República de Irlanda y el territorio británico de Irlanda del Norte tras el Brexit, pero no fue fácil alcanzar un consenso por parte de la UE en este tema.
Difícil hasta el último momento
Varios días antes de la votación, dos importantes facciones euroescépticas en el Parlamento advirtieron que rechazarán el acuerdo de divorcio de Theresa May porque no logró concesiones de la UE. Varios diputados del opositor Partido Laborista expresaron su posición firme de que si la primera ministra no consigue el consenso sobre su plan del Brexit, el Parlamento se encargará de este proceso. Otros afirmaron que May podría renunciar a su cargo a cambio de su apoyo.
Entretanto, los ciudadanos británicos también se preparan para la posibilidad de que el acuerdo del Brexit no se apruebe. Según el diario Financial Times, el Banco de Inglaterra pidió triplicar la cantidad de activos liquidables para afrontar cualquier situación. Concretamente, los bancos locales deben garantizar un alto nivel de liquidez para hacer frente a un período difícil que podría durar hasta 100 días, en lugar de 30 según lo regulado por la Agencia de Supervisión Financiera de dicha entidad crediticia. Mientras, conforme a un reporte de New Financial, más de 275 empresas financieras están transfiriendo un total de 1,2 billones de dólares, junto con miles de empleados, a varios países europeos.
Importante logro en el último momento
En el último intento desesperado de salvar la segunda votación, la primera ministra Theresa May sigue manteniendo las conversaciones telefónicas con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y otros líderes europeos. Y a solo un día del sufragio, la premier voló a Estrasburgo (Francia) para reunirse cara a cara con Juncker y el jefe negociador de la UE sobre el Brexit, Michel Barnier.
Estos esfuerzos han sido recompensados ya que May logró una garantía de la UE sobre “los cambios legalmente vinculantes” a su proyecto de acuerdo del Brexit. El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dio su visto bueno a la apertura de la frontera con Irlanda del Norte. En relación a este último suceso, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker dijo: “Este acuerdo o nada. No hay tercera oportunidad. Debemos permitir al Reino Unido salir de la UE de manera ordenada.”
Se puede decir que la segunda votación en el Parlamento británico es el último desafío que Theresa May tiene que superar. La premier hizo todo lo posible para obtener un acuerdo que beneficie la salida del Reino Unido de la UE. Sin embargo, es muy pronto para ser optimista.