La COP28 llevada a cabo en noviembre de 2023 en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. (Foto: Xinhua/VNA)
|
En la 28.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), celebrada en diciembre pasado en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), la comunidad internacional alcanzó un acuerdo histórico sobre la eliminación gradual de los combustibles fósiles. Mas, construir una hoja de ruta para implementar este compromiso no es una labor simple.
El futuro del gas natual
Un tema importante que hoy causa división entre los países es ¿Cuánto durará el fin de la era de los combustibles fósiles? De hecho, muchas señales indican que la transición energética global puede ocurrir más rápido de lo esperado, gracias a factores favorables como una mayor capacidad de producción e instalación de infraestructura para generar energías renovables (energía eólica marina y energía solar), un aumento rápido de la cuota de mercado del hidrógeno verde, y el hecho que cada vez hace menos frío en invierno.
En particular, los precios del combustible caen drásticamente a nivel mundial. En Europa los precios mayoristas del gas la semana pasada cotizaron a 23 euros por megavatios hora (24,8 dólares), el nivel más bajo desde mayo de 2021 y menos de un décimo del precio récord de 319 euros por megavatios hora (345 dólares) registrado en agosto de 2022. Por tanto, algunos expertos pronostican que la era del gas natural, uno de los combustibles fósiles más consumidos, ha llegado a su fin.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta opinión. El 25 de febrero último Qatar anunció la inauguración de un nuevo complejo de explotación de gas para aumentar la cantidad de su exportación de gas y gas natural licuado (GNL), a pesar de que los precios de ese combustible en Estados Unidos y Europa alcanzaron mínimos históricos.
Según el presidente de la empresa petrolera estatal Qatar Energy, Saad Al-Kaabi, a pesar de la disminución de la demanda de combustible en Estados Unidos y Europa, otros mercados importantes en Asia siguen creciendo muy rápidamente y el gas todavía tiene futuro a largo plazo: “El gas es parte de la solución a la transición energética y creo que numerosos países han estado involucrados en este proceso, y nosotros también hemos estado involucrados desde el principio. Pero no hemos cambiado nuestra posición porque el gas natural todavía tiene un futuro brillante en los próximos 50 años al menos”.
Además del gas natural, la energía nuclear también es un tema controvertido. Actualmente la mayoría de países y organizaciones lo catalogan como un tipo de “energía limpia”.
A finales de este mes el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) celebrará una Cumbre sobre Energía Nuclear en Bruselas (Bélgica). Según la institución, la reunión de más alto nivel contará con la participación de unos 30 países y se centrará únicamente en el tema de la energía nuclear.
Anteriormente, en la COP28, más de 20 países, incluidos Estados Unidos, Japón y algunas naciones europeas, pidieron triplicar la producción mundial de energía nuclear para 2050 a fin de poder lograr los objetivos climáticos.
Según el director general de la OIEA, Rafael Grossi, cada vez más países planean incorporar la energía nuclear a sus programas energéticos nacionales o ampliar sus programas existentes. Sin embargo, los expertos en energía y medio ambiente dijeron que los intensos debates sobre la energía nuclear continuarán, porque el nivel de seguridad y el tratamiento de los residuos atómicos siguen siendo un desafío grande para muchos países.
Inversión limitada para las energías renovables
En cuanto a las energías renovables, el tipo de energía considerada el futuro del mundo, la Agencia Internacional de Energía (AIE) reportó que la capacidad global de energía renovable el año pasado tuvo un aumento del 50% en comparación con 2022. En concreto, el mundo produjo en 2023 unos 510 Gigavatios (GW) de energía renovable, suficiente para satisfacer las necesidades eléctricas de casi 51 millones de hogares en un año, de los cuales la energía solar representa el 75%.
Según la AIE, al ritmo actual la capacidad de energía renovable del mundo podría aumentar 2,5 veces hasta 2030.
Sin embargo, el director de la organización, Fatih Birol, afirmó que esta cifra es “insuficiente” y que si el mundo alcanza el objetivo fijado en la COP28 se triplicará. De acuerdo con Birol, una de las principales razones de este retraso es la inversión inadecuada en energías renovables, especialmente por parte de las gigantescas corporaciones energéticas que aún están obteniendo ganancias récord de los combustibles fósiles.
“Encontramos que las corporaciones de petróleo y gas sólo gastan un 2,5% de su inversión en energía limpia, mientras que el restante 97,5% lo invierten en actividades mineras tradicionales. Por lo tanto, existe una enorme brecha entre lo que estas corporaciones se comprometen a hacer y las estrategias de inversión que realmente están implementando”.
El presidente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi. (Foto: Xinhua/VNA) |
A mediados de febrero pasado la organización Global Witness publicó un informe mostrando que cinco grandes corporaciones energéticas, entre ellas: BP (Reino Unido), Shell (Reino Unido, Países Bajos), Chevron (Estados Unidos), ExxonMobil (Estados Unidos) y Total Energy (Francia), lograron beneficios récord de 281 mil millones de dólares desde febrero de 2022, cuando estalló el conflicto en Ucrania.
Sin embargo, estas corporaciones gastaron más de 100 mil millones de dólares para distribuir dividendos a los accionistas, en lugar de priorizar la inversión en la transición energética.
Esa realidad obstaculiza los esfuerzos por crear avances en energía renovable en todo el mundo, porque según Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, para lograr una exitosa transición energética el mundo necesita alrededor de 2,4 billones de dólares cada año, una cifra muy difícil de alcanzar en este momento.