(VOVworld) – Las relaciones entre Estados Unidos y China tienden a agravarse en cuanto a la cuestión del Mar Oriental. En medio de la creciente acreción territorial por Beijing, cambiando el estatus quo en esta zona marítima, Washington reafirma su criterio categórico con línea roja en los lazos con China.
Desde que Washington declarara su política de reequilibrio político y militar con Asia, aparecieron cada vez más diferencias con China. Aunque ambas partes afirmaron que son estables sus relaciones bilaterales, comprenden que resulta difícil conducirlas en una dirección correcta.
Retos del orden de seguridad regional
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry (i) y el ministro de
Asuntos Exteriores de China, Wang Yi
Como esfuerzo para cumplir su política de rotación del eje de acción en Asia, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en su visita de dos días a China, reafirmó el criterio de defender a sus aliados en la región y comenzó a dibujar parte de la línea roja en los territorios marítimos reclamados por Beijing. En el encuentro con dirigentes anfitriones, entre ellos, el presidente Xi Jinping, el consejero de Estado, Yang Jiechi y el canciller Wang Yi, el jefe de la diplomacia estadounidense destacó la determinación férrea de Washington de proteger sus intereses y aliados en el Mar Oriental y exhortó a una coordinación de Beijing para aliviar las tensiones en la región y su participación en los diálogos con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Sin embargo, en lugar del mantenimiento de los esfuerzos para encontrar una solución diplomática en bien de toda la región para firmar un Código de Conducta entre China y el bloque del Sudeste Asiático, el canciller chino, Wang Yi afirmó el criterio de Beijing de defender la cuestionada soberanía nacional indiscutible.
¿Existen riesgos de conflicto bélico en el Mar Oriental?
El hecho de que Estados Unidos presta cada vez mayor atención a la cuestión del Mar Oriental deriva de las tensiones crecientes en esta zona marítima. Durante más de un año, Filipinas, un aliado de Washington ha mantenido su rechazo a la acreción territorial de Beijing en el Mar del Este, llamando la atención mundial. Exhortó a Estados Unidos a emitir un criterio más categórico sobre el tema. Para Washington, esta es una oportunidad de oro para lograr más influencias en la región considerada como una línea marítima trascendental para numerosos países en el mundo, entre ellos, los propios Estados Unidos. De esta manera, aunque no forma parte de los asuntos importantes en las relaciones bilaterales de Washington con Beijing y con los estados miembros de la ASEAN, la cuestión del Mar Oriental se ha convertido en un tema clave en su política exterior en Asia. El Departamento de Estado norteamericano declaró prioritaria la solución de las disputas en el Mar Oriental argumentando que la acreción territorial y militarización de China aquí serían un comienzo de una declaración por parte de Beijing de una zona de identificación de defensa aérea en esta misma área marítima, como lo ocurrido en el Mar Huadong en 2013. Por esta razón, Estados Unidos dijo que los últimos actos de China "van demasiado lejos".
El avión de caza F/A18 Hornet del cuerpo de Marines de Estados Unidos en el
espacio aéreo sobre el Mar Oriental
En la actualidad, el Mar Oriental centra la agenda en la palestra política de Washington. Dirigentes encargados de los asuntos de Asia del Este y el Pacífico del Departamento de Estado y de Defensa de Estados Unidos acaban de realizar una comparecencia en el Senado sobre el tema. En esta audiencia, senadores instaron al gobierno de Barack Obama a tomar medidas más firmes en respuesta a la acción de Beijing en la zona marítima de Asia Oriental. Con anterioridad, el Ejército norteamericano consideró el uso de barcos y aviones del Cuerpo de Marines para el patrullaje a unas 12 millas náuticas de los territorios en acreción reivindicados por China para garantizar la libertad de navegación marítima, lo que provocó una profunda preocupación para Beijing. Casi todos los años, Estados Unidos envía una flota de guerra al Mar Oriental. Además de las maniobras conjuntas con sus aliados, el aumento de la visita de estos navíos a esta zona amenaza el cumplimiento de la estrategia china de reclamación territorial. Observadores opinaron que existen posibilidades de conflictos bélicos entre Washington y Beijing en el Mar Oriental porque la política del giro asiático del presidente estadounidense, Barack Obama conduciría a una inevitable contienda entre ambas potencias.
Diferencias difíciles de superar
Además de las posturas irreconciliables en torno al Mar Oriental, las dos mayores economías del mundo chocan en los asuntos comerciales, derechos humanos y seguridad cibernética. De esta manera, paralelo a la cooperación bilateral en el enfrentamiento al cambio climático, los problemas relativos a Corea del Norte y al programa nuclear de Irán, las discrepancias continúan siendo en las relaciones entre Washington y Beijing. En su reunión con John Kerry, el presidente de China, Xi Jinping abogó por elevar los nexos bilaterales a un nuevo nivel. En el aspecto político y económico mundial, son claras las relaciones de cooperación entre las dos potencias. Sin embargo, las perspectivas de estas mismas dependen de la capacidad para solucionar las diferencias en el contexto en que la Casa Blanca no ha cambiado su política exterior en Asia, vinculando la estabilidad de esta región con los beneficios fundamentales del país.