Posible un peligroso enfrentamiento en golfo de Omán

Ánh Huyền
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(VOVWORLD) - El 20 de junio, Estados Unidos e Irán estuvieron al borde de la guerra cuando Teherán derribó un avión no tripulado nortamericano cerca del estrecho de Ormuz. Las tensiones entre los dos países se dispararon. Aunque no ha ocurrido un enfrentamiento convencional armado, nuevas sanciones y un ciberataque contra el sistema informático militar de Irán realmente se han llevado a cabo, mientras los esfuerzos diplomáticos para calmar la situación parecen no tener efecto.
Posible un peligroso enfrentamiento en golfo de Omán - ảnh 1 El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (i) y el mandatario de Irán, Hassan Rouhani (Foto: AFP/VNA)

Las relaciones entre Estados Unidos e Irán empeoraron a partir de abril pasado cuando Washington planeó poner fin a las exenciones para la compra de petróleo de la nación persa. Luego, Teherán amenazó con bloquear el estrecho de Ormuz, por donde pasa un tercio del crudo que se trasiega a nivel mundial.

Por otro lado, los ataques contra dos buques petroleros en el golfo de Omán aumentaron los conflictos entre ambos países. Estados Unidos acusó a Irán de estar detrás de los hechos pero Teherán rechazó la imputación y la tachó de “infundada”. Más recientemente, el 20 de junio, la Guardia Revolucionaria Islámica derribó un dron estadounidense en el estrecho de Ormuz. En respuesta, el presidente Donald Trump decidió lanzar un ciberataque contra los sistemas militares y de inteligencia iraníes e imponer nuevas sanciones sobre la nación persa a partir del lunes 24.

¿Posibilidad de un gran confrontación militar?

Hace pocos días, el mandatario norteamericano alegó que no quiere una guerra con Irán, una postura que este comparte. Sin embargo, los últimos sucesos, junto con las medidas punitivas y las declaraciones altisonantes, muestran que es enorme la posibilidad de un enfrentamiento militar entre los dos países. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos prohibió a sus aerolíneas comerciales operar sobre el espacio aéreo iraní en el estrecho de Ormuz y el golfo de Omán. Entretanto, Irán advirtió que responderá con firmeza cualquier ataque de Estados Unidos o sus aliados y amenazó de “consecuencias devastadoras” para los intereses de Washington en la región. El general de brigada, Abolfazl Shekarchi, dijo que “un error militar del enemigo será comparable a prender fuego a un barril de pólvora en el que están Estados Unidos y sus intereses”.

Ante tan tensa situación, la comunidad internacional busca soluciones para aliviarla. El 24 de junio, el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a las partes a ejercitar la máxima contención, tomar medidas y acciones para reducir la tensión y resolver sus diferencias a través del diálogo y otras medidas pacíficas, con el fin de evitar una confrontación militar.

Un día antes, el ministro para el Medio Oriente y Norte de África del Reino Unido, Andrew Murrison, llegó a Teherán para tratar de reanudar las conversaciones entre la nación persa y Estados Unidos. Sin embargo, este empeño fue en vano porque Teherán argumentó que no puede negociar con un país que lo está amenazando.

Riesgo de las políticas hostiles

Considerando los últimos sucesos, observadores internacionales confían en que la escalada de las tensiones entre Estados Unidos e Irán podría ser un juego de Washington para conseguir lo que quiere mediante presiones. Ciertamente, el presidente Donald Trump no debiera desear una guerra con la nación persa cuando acaba de iniciar su campaña electoral en busca de un segundo mandato. Un ataque militar contra Teherán podría resultar en represalias, posibilidad de una guerra mucho más amplia y pérdidas de intereses de Washington y sus socios en la región. Además, una crisis en Oriente Medio podría aumentar los precios del crudo y afectar negativamente a la economía mundial y obstaculizar el crecimiento económico de Estados Unidos, que es el factor decisivo para las elecciones presidenciales norteamericanas de 2020.

Por su parte, Irán no acepta negociar un nuevo acuerdo nuclear bajo las condiciones de Estados Unidos. El derribo del avión no tripulado de Estados Unidos también podría verse como su “carta” antes de sentarse a la mesa de conversaciones.

Con los dos países tomando medidas duras sin concesiones, es probable que solo un cálculo erróneo conduzca a una confrontación militar. Además, una guerra hará que el Oriente Medio sea un campo fértil para la existencia y desarrollo de las fuerzas terroristas y alentaría la carrera armamentista en la región.

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