(VOVworld) – Durante las últimas décadas, las autoridades locales de Vietnam han mantenido políticas de apoyo a la vida de los cristianos. Sin embargo, los círculos hostiles, en un intento de deteriorar la unidad nacional, aprovecharon incidentes ambientales en algunas provincias centrales del país para incitar a dicha comunidad religiosa a alterar el orden social y acusar al gobierno de Hanoi de oprimir a los creyentes y la democracia. 

El problema alcanzó su punto culminante con la incitación a algunos cristianos en las provincias de Nghe An y Ha Tinh por parte de la organización terrorista Viet Tan. Los fanáticos destruyeron propiedades públicas y atacaron a fuerzas del orden, además de bloquear la sede de la administración del distrito de Loc Ha, provincia de Ha Tinh, en febrero y abril de 2017.

Esfuerzos del gobierno para superar las secuelas ambientales

La contaminación del entorno marino dificulta la vida de pescadores en la cabecera de Ky Anh, provincia central de Ha Tinh (Foto de ilustración)

Un año después del problema del entorno marino en la parte central de Vietnam provocado por la empresa Formosa en la mencionada provincia, el gobierno mantiene la coordinación con los organismos competentes para apoyar a los habitantes afectados a reasentarse. La parte implicada en el incidente asumió su responsabilidad y entregó una compensación de 500 millones de dólares a las víctimas, además de solucionar las consecuencias medioambientales. Hasta la fecha, la referida compaña taiwanesa ha resuelto 51 de los 53 errores relativos a la recarga de residuos líquidos mientras otras organizaciones e individuos involucrados siguen siendo investigados. El primer ministro de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, declaró incluso que Formosa reanudará sus operaciones solo después de cumplir el tratamiento medioambiental y de repetir su error, será suspendida para siempre.

En tanto, la indemnización para los pescadores afectados se ha realizado con rapidez, transparencia y equidad. A principios de marzo último, el 77% de los 4 billones 680 mil millones de dongs (unos 206 millones 434 mil dólares estadounidenses) llegaron a los pobladores impactados. La mayoría de estas víctimas apreciaron el respaldo oportuno del Estado. Algunas familias lo utilizaron para construir nuevos barcos para pescar en alta mar.

Conspiración en perjuicio de la unidad comunitaria

Pescadores de la comuna de Ky Loi, provincia de Ha Tinh reparan barcos para reanudar la pesca en alta mar (Foto de ilustración)

Sin embargo, pese a los esfuerzos del gobierno, se registraron diversas marchas y manifestaciones, muchas ilegales. Autoridades revelaron que en 2016, dos personas fueron detenidas por haber recibido dinero de fuerzas hostiles para recoger informaciones sobre el problema ambiental y publicarlas en Internet con vistas a indignar la población y así perjudicar la seguridad política. A principios de abril de 2017, la historia se repitió en el distrito de Loc Ha, provincia de Ha Tinh, con una serie de protestas en la localidad. Los conspiradores intentaron crear un punto candente, en espera de la participación de las fuerzas del orden para acusarlas de reprimir la religión y solicitar la injerencia internacional.

Religión acompaña prosperidad de la nación

Desde tiempos remotos, la comunidad cristiana ha progresado junto con la nación vietnamita. Las autoridades locales han redoblado sus esfuerzos para superar las secuelas en el entorno marino, favoreciendo el reasentamiento de compatriotas religiosos. Los últimos incidentes provocados por la organización terrorista Viet Tan y algunos sacerdotes en la antigua tierra de Nghe Tinh han afectado la vida de los habitantes autóctonos y desafiado la supremacía jurídica y la seguridad, además de perjudicar la unidad nacional. Estas acciones contradicen la doctrina del catolicismo, lo que deteriora el prestigio de la Orden Cristiana de Vietnam y frustra a los creyentes genuinos.