Según investigadores y académicos internacionales, con la creación de las nuevas unidades administrativas de Xisha y Nansha, China pretende intensificar la estrategia “Four Sha” (o Sisha en el idioma chino), anunciada en 2017 por su gobierno. De hecho, dicho plan es una nueva táctica de Beijing para reemplazar el mapa llamado “Línea de nueve tramos”, inventado para promover su agresivo reclamo de poseer la mayor parte del Mar Oriental, el cual fue rechazado por la Corte Permanente de Arbitraje en 2016.
El experto en investigación del Mar del Este de la Organización para la Ruta del Progreso de Asia-Pacífico, Lucio Blanco Pitlo (Foto: VOV) |
Cálculos hegemónicos de China en desafío a bases jurídicas
La decisión de China de establecer los distritos de Xisha y Nansha tenían como objetivo distraer a la opinión pública y servir a sus ambiciosas reclamaciones de soberanía territorial “Sisha”, así lo evaluó Lucio Blanco Pitlo, experto en investigación del Mar del Este de la Organización para la Ruta del Progreso de Asia-Pacífico. Dijo que Beijing aprovecha la pandemia de Covid-19 para fortalecer su control sobre las estructuras y áreas marítimas que están en disputa con otros países en el Mar Oriental. “La decisión de Beijing puede ser una estratagema para reforzar su reclamo territorial “Sisha”. Según un fallo de la Corte Permanente de Arbitraje relativo a la demanda de Filipinas contra China en 2016, ninguna estructura en la ciudad Sansha se considera una isla. Del mismo modo, las de otras regiones de Zhongsha pueden considerarse como un arrecife submarino. Para China, un país con una plataforma continental, reclamar soberanía sobre la zona económica exclusiva y la plataforma continental de otro territorio y trazar por cuenta propia la línea de base alrededor de las estructuras en Sisha son acciones poco convincentes. Los intentos de Beijing no le ayudarán a consolidar sus reclamos ilícitos en el Mar Oriental”.
En realidad, los últimos actos de China sirven a su ambición de monopolio en el Mar del Este. Lucio comentó al respecto: “En comparación con el mapa ‘Línea de nueve tramos’ anunciado por China en 2009, la estrategia “Four Sha” aclaró mejor la naturaleza de sus reclamos en el Mar Oriental. Sin embargo, este nuevo documento todavía tiene muchas lagunas inexplicables cuando el gigante asiático no es en realidad un país insular”.
Acciones condenadas fuertemente
Las acciones del gigante asiático aumentan el escepticismo y contradicen los esfuerzos de los países dentro y fuera de la región con el objetivo de manejar las disputas y fomentar la seguridad, la paz y la estabilidad. Según expertos, el hecho de que China establezca sus bases militares en los arrecifes de atolones semisumergidos y forme distritos en una extensa área que pertenece a territorios de países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) es una transgresión de las leyes internacionales y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Unclos) de 1982, así como viola la soberanía de las naciones que rodean el Mar Oriental, incluido Vietnam. El profesor y doctor Nguyen Hong Thao vicepresidente del Comité de Derecho Internacional de la ONU, señaló: “Esta acción minará la confianza entre las naciones participantes en las negociaciones sobre el Código de Conducta en el Mar Oriental (COC), al mismo tiempo que va en contra del fallo de la Corte Permanente de Arbitraje de 2016 y restringe la libertad de navegación en el área. En el futuro, no podemos descartar la posibilidad de que China rodee a los países en disputa para obligarlos a retirarse de las islas y luego legalizar los límites administrativos en el mar”.
Compartiendo este punto de vista, Derek Grossman, especialista senior del Centro de Políticas Asia-Pacífico, del Grupo estadounidense RAND, dijo que la opinión pública tuvo en cuenta los cálculos de China escondidos detrás de sus recientes acciones de “intimidación” a los vecinos.
Mientras tanto, el doctor James Rogers, director del Programa “Global Britain” del Instituto Henry & Jackson (Londres, Reino Unido), enfatizó la importancia de cumplir con las leyes internacionales por parte de otros países y promover su papel para proteger el sistema legal internacional. Afirmó que los reclamos ilegales de China y sus acciones provocativas en el Mar Oriental socavan el derecho internacional y desestabilizan la seguridad regional, por lo que estas deben ser fuertemente condenadas.
Evidentemente, la decisión de China sobre el establecimiento de los distritos de Xisha y Nansha viola el derecho internacional y es un comportamiento inaceptable en el mundo civilizado de hoy.