El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. (Foto: Xinhua/VNA)
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En la conferencia de Bonn participaron 6000 delegados de 198 países y territorios, junto con representantes de muchas organizaciones internacionales y asociaciones civiles.
Enfocada en financiamiento climático
La Conferencia de Bonn tiene una implicación importante para los esfuerzos por responder al cambio climático en todo el mundo, porque además de las Cumbres anuales de la COP éste es el único foro anual sobre este tema.
Durante los 10 días de trabajo de la cita los delegados evalúan el progreso en la implementación de los compromisos climáticos adoptados en la COP28, que tuvo lugar a fines del año pasado en Dubái (Estados Árabes Unidos), e identifican temas prioritarios para construir una agenda de negociación para la COP29.
Uno de los temas claves en la Conferencia de Bonn, es el financiamiento climático, definiendo específicamente los objetivos y el nivel de las contribuciones financieras de los países desarrollados a los en vías de desarrollo para combatir al cambio climático, así como el mecanismo de estas contribuciones, ya sea en forma de subvenciones o préstamos.
La definición clara de estos objetivos y mecanismos en Bonn ayudará a las partes a aumentar sus posibilidades de alcanzar un nuevo acuerdo innovador sobre financiación climática en la COP29, cuando aumentan las preocupaciones sobre la variación del clima debido a la falta de compromisos de financiación climática para el período posterior a 2025.
Al respecto, el director ejecutivo de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Simon Stiell, dijo: "Es necesario pensar en nuevas subvenciones y formas preferenciales de provisión financiera para los países en desarrollo a la hora acelerar la reforma del sistema financiero global. Eso reducirá la carga de la deuda de los países, proporcionando recursos financieros razonables y encontrando nuevas fuentes financieras. También necesitamos construir un mercado de carbono más eficiente, porque éste puede generar más ingresos para los programas climáticos de los países".
En cuanto a la cuestión financiera, otra prioridad en las deliberaciones se refiere al Fondo de Compensación de Daños y Pérdidas. En la COP28 este Fondo se puso oficialmente en marcha, pero actualmente su mecanismo de funcionamiento sigue siendo controvertido ya que se nombra al Banco Mundial (BM) para gestionar el Fondo y, al mismo tiempo, los países desarrollados no tienen ninguna obligación de contribución.
Muchos países en desarrollo suponen que esto hará que el Fondo sea ineficaz. Además, en la Conferencia de Bonn se lleva a cabo la ronda final de negociaciones del "Diálogo de Glasgow", lanzado en la COP26 de 2021 en Glasgow (Escocia), sobre prevención, minimización y gestión de pérdidas y daños debidos al impacto del cambio climático. Por tanto, las partes negociantes esperan aprobar nuevos acuerdos sobre recaudación de recursos y operaciones del Fondo que tiendan hacia una dirección más inclusiva y jurídicamente vinculante.
La próxima prioridad de la Conferencia de Bonn es discutir la concreción de los compromisos para la eliminación gradual de los combustibles fósiles, un tema considerado el resultado más notable de la COP28. Según el plan, los países tendrán que presentar sus nuevas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) a la ONU a principios del próximo año.
Acelerar eliminación de combustibles fósiles
Además de la financiación climática, la eliminación de combustibles es un foco de atención en la Conferencia de Bonn y también en los últimos eventos climáticos. Eso es debido a que según algunos informes publicados recientemente la Tierra continúa calentándose a un ritmo alarmante.
En concreto, el 6 de junio último la Organización Meteorológica Mundial (OMM) previó que dentro de los próximos cinco años existe alrededor del 80% de posibilidades de que la temperatura media de la Tierra sea temporalmente al menos 1,5 grados centígrados más alta de lo normal en el período preindustrial.
Este anuncio supera el objetivo fijado por los países en el Acuerdo de París de 2015 de evitar que la Tierra se caliente más de 1,5 grados centígrados para finales de este siglo.
La agencia de monitoreo climático Copernicus, de la Unión Europea (UE), también informó que el mes pasado fue el más caluroso jamás registrado y el duodécimo mes consecutivo en batir el récord. La temperatura media mundial desde junio del año pasado hasta mayo de 2024 aumentó 1,63 grados centígrados en comparación con la época preindustrial.
Ante esta situación el secretario general de la ONU, António Guterres, llamó al mundo a dejar de hacer publicidad de los combustibles fósiles y, al mismo tiempo, acelerar el proceso de eliminación de los mismos, que son la principal causa de las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento del planeta.
Según el jefe de la ONU, el objetivo de evitar que la Tierra se caliente 1,5 grados centígrados es vital para muchos países y comunidades.
"La diferencia entre el aumento de temperatura global de 1,5 grados o 2 grados centígrados podría marcar la diferencia entre la destrucción o la supervivencia de pequeños estados insulares y comunidades costeras, y entre reducir los desastres climáticos o superar puntos de ruptura peligrosos. Por lo tanto, 1,5 grados centígrados no es un objetivo, sino un límite físico", recalcó Guterres.
Según los expertos en clima, incluso si las emisiones llegan a cero en este momento, para 2050 el cambio climático seguirá causando daños valorados en al menos 38 billones de dólares al año. Esta cantidad es mucho mayor que la cifra de 2,4 billones de dólares que se necesitarán para 2030 para ayudar a los países en desarrollo a abandonar los combustibles fósiles y adaptarse al calentamiento global