Mar del Este, tema de interés común del G7

Ánh Huyền
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(VOVworld) – El Grupo de los siete, G7, aprobó recientemente una declaración conjunta sobre la seguridad marítima, incluida una condena a China por sus actividades destinadas a cambiar el statu quo de las rocas e islas en el Mar del Este. El documento confirma nuevamente la atención que la comunidad internacional presta a los asuntos en dicha zona, donde aumenta la tensión debido a una serie de violaciones de leyes internacionales por parte de Beijing.

(VOVworld) – El Grupo de los siete, G7, aprobó recientemente una declaración conjunta sobre la seguridad marítima, incluida una condena a China por sus actividades destinadas a cambiar el statu quo de las rocas e islas en el Mar del Este. El documento confirma nuevamente la atención que la comunidad internacional presta a los asuntos en dicha zona, donde aumenta la tensión debido a una serie de violaciones de leyes internacionales por parte de Beijing.

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Los líderes del grupo G7

La Declaración fue ratificada el pasado viernes en Japón en el marco de la Cumbre del G7 y en ella se subraya que las naciones deben respetar las normas jurídicas en la solución de las disputas territoriales. En concreto, el G7, integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Japón, Alemania, Italia y Canadá, reafirmó que las disputas deben resolverse por vías pacíficas, junto con el respeto a la libre navegación marítima y aérea. Además, los líderes

del grupo exhortaron a los países involucrados a mantener la calma y no realizar acciones unilaterales que puedan provocar una escalada de las tensiones en la región, así como a evitar el uso de la fuerza para reclamar soberanía.

Unanimidad en torno a una preocupación común   

La declaración fue divulgada en momentos cuando la situación en el Mar Oriental se ha empeorado con la reclamación china de casi toda la superficie de la mencionada zona marítima, región que cuenta con diversas rutas y aguas de países vecinos como Vietnam y Filipinas. El documento muestra la firme y decisiva voz del bloque, y a la vez refleja el descontento de Estados Unidos y el resto de los miembros sobre las acciones unilaterales, la amenaza a la paz, estabilidad y alteración del statu quo en el Mar del Este y el de Huadong (Mar de China Oriental).

En esta edición de la Cumbre del G7, Japón, como país anfitrión, tenía derecho a seleccionar los temas del debate y en realidad, las disputas en dichas zonas se convirtieron en contenidos importantes de las conversaciones. Según analistas internacionales, Tokio tuvo éxito en captar el interés de las naciones miembros del grupo en los conflictos territoriales en el Mar del Este y el de Huadong.

En realidad, las acciones por parte de China han causado gran preocupación en la región y el mundo, ya que en tiempos recientes, Beijing no cesó de levantar construcciones ilegales en algunas islas pese al rechazo de la comunidad internacional. El gigante asiático también tiene un litigio con Japón sobre la soberanía en los archipiélagos de Senkaku/Diaoyu en el Mar de Huadong, lo que ha provocado una gran preocupación sobre el uso de la fuerza por parte de China.

Washington ha criticado enérgicamente la construcción de islas artificiales y la militarización en el Mar del Este por parte de Beijing, razón por la cual el país norteamericano ha fomentado su supervisión de las operaciones chinas en la zona. En tanto, Tokio también muestra una mayor atención a los acontecimientos en el Mar Oriental, ya que la mayoría de las mercancías que llegan y salen de sus puertos pasan por esa región. Recientemente, el gobierno nipón envió varios barcos destructores y submarinos para participar en una maniobra militar en Indonesia y visitar naciones de la región. Tokio también alzó su voz para rechazar las violaciones por parte de Beijing en la mencionada zona.

Apoyan soluciones de disputas mediante la vía jurídica     

Aunque no pertenece al G7, el auge de China en los años recientes fue uno de los temas de debate de la Cumbre del bloque. La unanimidad de los estados integrantes ha causado un profundo enojo a Beijing. En respuesta, China anunció que los asuntos relativos al Mar del Este no tienen nada que ver con ningún miembro del G7.

En abril pasado, cuando los cancilleres de la agrupación emitieron su declaración rechazando todas las actividades de provocación o amenaza unilateral para alterar el statu quo y agravar las tensiones en el Mar del Este y el de Huadong, China la calificó de acción irresponsable. Además, Beijing convocó a los embajadores de los siete países del G7 para que aclararan sus puntos de vista.

En esta declaración conjunta, los líderes del G7 acordaron considerar mecanismos internacionales como el Tribunal de La Haya (Holanda), una plataforma legal para las disputas territoriales de las partes involucradas en el Mar Oriental y el de Huadong. Ante la situación de que dicho corte emitirá su veredicto final sobre una demanda de Filipinas contra China en junio venidero, el anuncio de G7 respalda la solución de las divergencias mediante vías pacíficas, incluido el Tribunal de La Haya, y confirma la necesidad de lograr una voz común para obligar a China a respetar las leyes internacionales.

Según analistas, pese a que la sentencia del Tribunal de La Haya no determina la propiedad y soberanía concreta en el Mar del Este, influirá profundamente en la identificación del espacio marítimo y derechos de las partes involucradas, contribuyendo a impulsar las medidas diplomáticas y a reducir las tensiones en la zona. El consenso del G7 en los temas de seguridad en el Mar Oriental contribuirá a lograr una voz responsable, con el fin de mantener la paz y estabilidad en la región.

 

 

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