El ritual de baño de Buda en la celebración de Vesak 2022 en la pagoda de Tam Chuc, provincia de Ha Nam. (Foto: danviet.vn) |
Al lado de las religiones creadas en el propio país, como el movimiento budista Hoa Hao y el caodaismo, en Vietnam existen otras importadas del exterior como el catolicismo, el budismo y el protestantismo.
Actualmente, el país cuenta con más de 26,5 millones de seguidores religiosos (que representan un 27% de la población nacional), 43 organizaciones pertenecientes a 16 religiones reconocidas o certificadas por el Estado para su funcionamiento, con más de 104 mil dignatarios y oficiales administrativos, además de 29.600 lugares de culto. El budismo y el catolicismo tienen el mayor número de seguidores, con 15,1 millones y 7,1 millones, respectivamente.
Para conocer cómo es la vida religiosa en Vietnam, debe echarse un vistazo a las diversas actividades de culto y religión que se desarrollan en todo el país, especialmente en las grandes ciudades y centros religiosos, tales como: Hanói, Hue, Ciudad Ho Chi Minh, Hai Phong, Nam Dinh, Ninh Binh, Tay Ninh y Can Tho.
Muchas actividades se han convertido en eventos culturales comunitarios a los que se suma un gran número de personas. Las celebraciones y fiestas religiosas se llevan a cabo cada vez en mayor escala y con mayor participación de los devotos. Festejos como el día de nacimiento e iluminación de Buda, del budismo; la Navidad de los católicos y protestantes, la fundación del movimiento Hoa Hao y del caodaismo, y el mes de ayuno Ramadán de los musulmanes, etc., han sido organizados con solemnidad y seguridad.
Del mismo modo, las grandes celebraciones de varias religiones se han convertido en jornadas festivas para toda la población, tales como la Navidad y la fiesta de La Vang.
Algunas fiestas laicas, como las ceremonias de homenaje y réquiem para los que murieron en las pasadas guerras de resistencia organizada por la Sangha Budista de Vietnam, y los peregrinajes de La Vang, también atraen mucha atención de la ciudadanía.
El presidente Nguyen Xuan Phuc visita y felicita a los dignatarios católicos en el Arzobispado de Hanói con motivo de la Navidad, el 23 de diciembre de 2022. (Foto: VNA) |
En los últimos años, las actividades de credo y religión entre los estamentos del pueblo tienden a aumentar y se realizan cada vez con mayor fervor. Si antes, la organización y la participación en esas celebraciones eran gestionadas por las congregaciones y los creyentes de las religiones, hoy en día muchas experimentan una gran influencia en la comunidad social, tales como la Navidad y la Pascua del catolicismo y el protestantismo; el cumpleaños de Buda y la ceremonia Vu Lan del budismo; y el gran Festival de Yen Dieu Tri Cung de la Iglesia Caodaista en Tay Ninh.
La Navidad es solo uno de los ocho mil festivales religiosos y de creencia durante el año en Vietnam. En estos días, el ambiente navideño impera en todas las diócesis y parroquias en este país.
Todo muestra que el Partido y el Estado de Vietnam han creado las condiciones favorables para que las personas participen libremente en actividades religiosas y de creencias. La diversidad de las mismas es también una prueba de que el derecho a la libertad de culto y religión en Vietnam siempre ha sido garantizado. No solo en el caso del budismo y el catolicismo, las mayores comunidades religiosas en Vietnam, sino en otras congregaciones las actividades religiosas también están aumentando y se desarrollan con entusiasmo, mientras el Gobierno presta mucha atención a la vida espiritual de las personas.
El hecho de que Estados Unidos coloque a Vietnam en una lista de vigilancia especial por la libertad religiosa se debe, seguramente, a una evaluación miope y carente de objetividad. La política constante de la nación indochina es respetar y proteger los derechos humanos, incluida la libertad de creencias y religión de las personas, lo que está consagrado en la Constitución de 2013 y las leyes de Vietnam y está garantizado en la práctica.
Los esfuerzos y logros de Vietnam en este campo han sido ampliamente reconocidos por la comunidad internacional. Por lo tanto, el Departamento de Estado de Estados Unidos debe ser más realista y objetivo al hacer una evaluación sobre la situación de la libertad de creencias y religión en este país indochino.