La integración global y el avance del continente asiático hacia el futuro

Ánh Huyền
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(VOVWORLD) - Celebrada recientemente en Tokio, Japón, la Conferencia sobre el Futuro de Asia reunió a líderes y académicos dentro y fuera del área. El considerado foro de gran prestigio de la región se enfocó en debatir medidas destinadas a paliar los desafíos en el proceso de integración.
La integración global y el avance del continente asiático hacia el futuro  - ảnh 1 (Foto: Internet)
Asia, el mayor continente del mundo en cuanto a superficie y población, con su diversidad religiosa, cultural y étnica y su milenaria historia, ha sido un motor importante del crecimiento económico en la tendencia de integración global. Sin embargo, este proceso entraña grandes desafíos para esta región. En esto se centró la conferencia denominada “La globalización en encrucijada: siguientes pasos de Asia”.

Una región abanderada en la integración global

Desde los últimos años del 2000, una nueva era de cooperación regional se abrió en Asia. El aumento de la influencia de China, el nacimiento de los tratados de libre comercio (TLC) de gran calado y la presencia relevante de la India en el Sudeste Asiático han creado esta tendencia y contribuido a cambiar el futuro de la zona. La emergencia de este continente significa la de un grupo de países afínes a la integración global, tales como Singapur, una de las economías más dinámicas del mundo, Corea del Sur, la undécima economía en importancia del globo y China, la segunda potencia del planeta con un espectacular crecimiento en consecutivas décadas.

En los últimos años, la integración regional ha sido impulsada enérgicamente. Los grandes TLC, como el Acuerdo de Cooperación Transpacífico (TPP) y el Tratado de Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) ganan  posiciones cada vez más trascendentales para el futuro del continente. Con más de 150 TLC firmados, Asia ocupa el 58% del total de los pactos de este tipo registrado en el ámbito global.

Recientemente, China mostró su visión sobre la cooperación regional al fundar el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), reuniendo a casi todos los países del continente y algunas naciones occidentales, al igual que mediante su iniciativa “Una franja y una ruta”.

Mientras, la India se ha reafirmado como un representante destacado, sobre todo en los últimos años. En el aspecto estratégico y económico, los intereses de ese país en el desarrollo de las relaciones con los países de Asia del Este hicieron surgir un nuevo concepto, el de India-Pacífica. De hecho, esa nación comenzó a participar en varios mecanismos multilaterales en la zona, entre ellos el Foro Regional de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), la Cumbre de Asia Oriental y la ampliada Conferencia de ministros de Defensa de la Asean. Particularmente con esa última, desde 1991, la India establece un vínculo activo con sus estados miembros como parte de su política hacia el este.

La mencionada agrupación regional es el cuarto socio comercial en importancia de la India, después de China, la Unión Europea y Estados Unidos. Sus estados miembros se conectan estrechamente y la instauración de la Comunidad de la Asean es símbolo de la integración regional en comercio. No se trata solamente de la eliminación de las barreras entre los países sino la ampliación del poder de cada uno y la extensión de sus influencias en el exterior. Actualmente, la Asean es la cuarta zona exportadora del mundo, representando el 7% del valor mundial al respecto.

La integración y los desafíos que la acechan

Las ventajas y oportunidades siempre existen paralelamente con los riesgos y los retos. Las disputas territoriales y el aumento de los grupos radicales están amenazando la integración de Asia. Los actos terroristas, los ensayos de misiles de Corea del Norte, las tensiones en los mares de China oriental y meridional representan latentes riesgos para la seguridad y la libertad de navegación marítima y aérea en esas importantes rutas del tránsito comercial internacional. Por otro lado, el cambio climático, las epidemias y los desastres naturales han ocasionado graves pérdidas humanas y económicas. Mientras se advierte de cierto perjuicio a la identidad propia del continente por la apertura y la asimilación de los valores culturales de otras zonas.

Frente a estos problemas, los líderes de los países asiáticos asistentes a la concluida conferencia en Tokio coincidieron en que cada nación debe actuar por una Asia pacífica y próspera. Hicieron hincapié en la importancia de garantizar un entorno de paz y estabilidad, para lo cual urgieron a cada país a concentrarse en reducir las diferencias en la región y actuar con responsabilidad, sobre la base del respeto mutuo, la igualdad y el acatamiento del Derecho internacional, en beneficio de todos sus pueblos.

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