La marcha a favor del referéndum de la independencia de Cataluña (Foto: Getty)

El 1 de octubre, más de 2,2 millones de votantes regionales de un total de 5,3 millones participaron en el referéndum, y hasta el 90% de ellos dijo “sí” a la independencia, mientras que solo el 8% votó en contra. A pesar de que el Tribunal Constitucional de España no aprobó este resultado y el Gobierno Central de Madrid rechazó la consulta y atacó a los participantes, estas cifras hablan por sí mismas sobre la aspiración de separación de los catalanes.

Posibilidad de una crisis política perdurable

No ha sido la primera vez que Cataluña celebra un referéndum de este tipo. Sin embargo, esta edición ha estado teñida por la violencia. Desde un principio, el Gobierno Central advirtió que tomaría todas las maneras necesarias para impedirlo. En respuesta, cientos de miles personas marcharon con banderas expresando su respaldo al sufragio. Los conflictos ocasionados entre ellos y la policía en los colegios electorales causaron al menos 840 heridos.

Más tarde, la administración catalana criticó las acciones de las fuerzas policiales y anunció que enviaría el resultado del referendo al Parlamento regional. Por su parte, el Gobierno de España se comprometió a hacer todo lo posible para asegurar la integridad territorial. Por el momento los fiscales están buscando un enjuiciamiento contra las autoridades de Cataluña por violar la prohibición de celebración del plebiscito dada por el Tribunal Constitucional. Las tensiones actuales, según los analistas, podrían ampliar los desacuerdos entre ambas partes y causarían una crisis política perdurable en ese territorio.

Las causas de la separación

Cataluña, compuesta por las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona, es una de las zonas industriales más desarrolladas en el noreste de España. Con una población de más de 7,5 millones de habitantes, esta comunidad autónoma obtiene un Producto Interno Bruto (PIB) de más de 300 mil millones de dólares, al año lo que equivale al 20% del PIB y representa hasta el 25% de la exportación de toda la nación.

En los últimos años, España ha sido uno de los países más afectados por la crisis financiera en la Unión Europea, con altas cifras de desempleo y numerosos recortes para paliar los gastos. Cataluña rechaza las políticas de austeridad de la Unión Europea y la Eurozona, además de que no quiere compartir los cargos de deudas públicas y de refugiados en el Viejo Continente. Asimismo, la diferencia de idioma y legado cultural forma parte de las causas de la aspiración independentista de esta región. Por otra parte, los catalanes no están de acuerdo con la sentencia del Tribunal Constitucional de España de hace 7 años, en la cual la mayoría de las leyes autonómicas de la región en 2006 se descartaron y modificaron.

Impactos en la seguridad y la prosperidad de la Unión Europea

Ciertamente, el referéndum del 1 de octubre fue ilegal, debido a que según la Constitución española, solo el Gobierno Central tiene la autoridad de realizar plebiscitos de este tipo. También, las leyes de la Unión Europea no respaldan dicho acto. De hecho, el Tribunal Constitucional y el Gobierno Central de España han afirmado siempre que consideran inconstitucional y sin valor este referendo. Sin embargo, después de los conflictos ocurridos el día de su celebración, la administración en Madrid debe buscar medidas para estabilizar la situación. Por su parte, los dirigentes de la Unión Europea tienen que pensar en soluciones para eliminar los movimientos separatistas que pudieran extenderse y desafiar la soberanía de otros países de la zona, tales como Córcega en Francia, las regiones industriales desarrolladas en el norte de Italia, las Regiones Flamenca y Valona en Bélgica y las islas Feroe en Dinamarca. En realidad, este conflicto en España trae la incertidumbre a toda Europa, con la aparición de los territorios que buscan la autonomía para su beneficio propio.