Escena de la ceremonia de la firma del Acuerdo de París, el 27 de enero de 1973, en el Centro Internacional de Conferencias de París, Francia. (Foto: Van Luong/VNA) |
La diplomacia: un frente de importancia estratégica
La lucha diplomática no es meramente un reflejo de los acontecimientos en el campo de batalla, sino que constituye, además, un frente de importancia estratégica. Este punto de vista se forjó a lo largo de la historia de la construcción y defensa nacional de Vietnam, y continuó promoviéndose en la era de Ho Chi Minh.
Partiendo de esta línea, desde la fundación del Frente Nacional para la Liberación de Vietnam del Sur, en diciembre de 1960, las actividades diplomáticas del Norte y del Sur, entonces divididos por el paralelo 17, contribuyeron significativamente a la victoria final, debido a su percepción: “dos regiones, pero son uno, uno pero son dos”. Especialmente, la diplomacia favoreció la política de “luchar y negociar” de Vietnam, maximizando la eficiencia de los triunfos militares en la mesa de negociaciones.
La estrecha y armoniosa coordinación de los tres frentes: militar, político y diplomático, condujo al alcance del Acuerdo de Paz de París en enero de 1973, a las diversas hazañas y luego, a la victoria final en abril de 1975. Además, la diplomacia vietnamita jugó un papel proactivo en la formación de un amplio frente de solidaridad internacional con Vietnam, incluso dentro de Estados Unidos.
La exvicepresidenta de la República Nguyen Thi Binh, quien fue una figura clave en las negociaciones de las conferencias de París, recordó: “Estadounidenses se quemaron vivos en protesta contra la guerra, mientras millones de personas en todo el mundo, desafiando la represión y el encarcelamiento, se manifestaron para exigir que Estados Unidos pusiera fin a la guerra. Esa ola de solidaridad y apoyo internacional fue la fuerza que impulsó a Vietnam tanto en el campo de batalla como en la mesa de negociaciones durante aquellos arduos días de lucha”.
Después de la firma del Acuerdo de París en 1973, la diplomacia vietnamita cumplió bien su tarea izando la bandera de la paz, la independencia y la reconciliación nacional y ganando la simpatía y el apoyo de las fuerzas revolucionarias y los pueblos progresistas del mundo.
Millones de personas, desde líderes y políticos hasta la gente común, salieron a las calles en muchos países para protestar contra la guerra y apoyar la justa lucha del pueblo vietnamita.
El profesor indio Nayan Chanda, ex corresponsal de Far Eastern Economic Review, con sede en la otrora Saigón y colaborador de la agencia de noticias Reuters, dijo que había pasado muchos años investigando la guerra de Vietnam y se dio cuenta de que la gran fortaleza del país indochino en la histórica Operación Ho Chi Minh estaba en la visión de su estrategia diplomática: “La diplomacia de Vietnam siempre fue de la mano con la estrategia militar. Los diplomáticos vietnamitas son tenaces y trabajaron incansablemente para ganar apoyo internacional, especialmente, de los jóvenes, incluidos los de Estados Unidos. Vietnam supo aprovechar este respaldo señalando que la guerra también estaba perjudicando al propio pueblo estadounidense. La fuerza del apoyo del público a Vietnam en el extranjero equivalía a la de varias divisiones del ejército juntas. Los estadounidenses estaban luchando en Vietnam, pero al mismo tiempo su gobierno tuvo que lidiar con sus propios ciudadanos en las calles del país”.
Lecciones históricas que siguen siendo válidas
A partir de las lecciones de la Guerra Patria en 1975, el papel de la diplomacia continúa promoviéndose en las distintas etapas del desarrollo de este país indochino. Además de defender firmemente los intereses nacionales, un principio invariable, Vietnam también es consciente de la necesidad de fomentar vínculos amistosos y una cooperación integral con otros países como parte indispensable de su política diplomática. Vietnam siempre recuerda con gratitud toda ayuda, tanto material como espiritual, de los amigos internacionales, en la reconstrucción de la posguerra y en el desarrollo posterior del país.
La embajadora Nguyen Phuong Nga, ex presidenta de la Unión de Organizaciones de Amistad de Vietnam, expresó: “Han pasado 50 años, pero todavía nuestros amigos mantienen el mismo entusiasmo y el mismo amor por el país y el pueblo de Vietnam, dispuestos a unirse a la movilización de solidaridad internacional para respaldarlo en la causa de construcción y defensa de la Patria. Podemos decir que son amigos sin edades”.
50 años después de aquella gesta gloriosa, ahora es el “punto de partida histórico” para una nueva era de desarrollo del país, lo que plantea nuevos objetivos y nuevas misiones históricas para la diplomacia vietnamita.
Las lecciones diplomáticas de la Gran Victoria de la Primavera de 1975 se han heredado y promovido siempre en la creación de una escuela de diplomacia pacífica y amistosa en la nueva coyuntura.