El G7, compuesto por Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Canadá e Italia, desempeña un papel importante en la configuración y el fortalecimiento de la estructura y la gobernanza globales. Esta agrupación también puede convertirse en vehículo que refleja puntos de vista e intereses similares de los países desarrollados en torno a los problemas comunes de seguridad internacional.

Delegados a la reunión. (Foto: AFP/VNA)

Lograr postura común en el conflicto de Oriente Medio

Uno de los logros de la conferencia del G7 es que las partes expresaron la “postura unificada” sobre el conflicto en Medio Oriente. Esta es la segunda declaración emitida por la agrupación sobre este tema desde que estalló el conflicto entre el Movimiento Islámico Hamás e Israel el pasado 7 de octubre. El comunicado, además de condenar los ataques, pidió la liberación inmediata de los rehenes. El G7 enfatizó la necesidad de tomar medidas urgentes para resolver la crisis humanitaria en la Franja de Gaza y pidió a todas las partes que permitan las operaciones de ayuda humanitaria, protejan a los civiles y cumplan con el derecho internacional.

Los miembros del bloque destacaron la importancia del cumplimiento del derecho internacional humanitario en los actuales combates. También se comprometieron a trabajar en estrecha coordinación con todas las partes para preparar soluciones sostenibles a largo plazo para Gaza, y dijeron que la solución de dos Estados será garantía tanto para el pueblo palestino como para el israelí. El reconocimiento mutuo es la única manera de lograr una paz estable y duradera, afirmaron.

El hecho de que los cancilleres del G7 acordaran una postura común en este ámbito se considera un éxito extraordinario en esta conferencia. Porque hasta ahora Estados Unidos sigue oponiéndose a los llamamientos a un alto el fuego y sólo apoya una “pausa humanitaria” porque argumenta que Israel tiene derecho a la autodefensa. Sin embargo, otros países del grupo tienen una postura completamente diferente. En la votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en el mes pasado, entre los siete países del G7, sólo Estados Unidos votó en contra de un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza. Francia votó a favor de la iniciativa, mientras que Japón, Gran Bretaña, Italia, Alemania y Canadá se abstuvieron. Esto muestra que las posturas entre los países del G7 sobre la situación conflictiva en la Franja de Gaza son diferentes. Por lo tanto, el lanzamiento de una declaración conjunta sobre el conflicto en Gaza en esta conferencia ministerial demuestra su consenso en la solución de los desafíos.

Comprometidos a trabajar juntos para abordar desafíos comunes

Además de los enfrentamientos Hamás-Israel, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 coincidieron en la importancia de mantener y fortalecer el orden internacional libre y abierto en la región de Asia-Pacífico, basado en las normas, al tiempo que aseguraron que los esfuerzos unilaterales por cambiar el status quo no serán aceptados en ningún lugar del mundo.

El G7 apoya una Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) céntrica y unida, promoviendo la cooperación de acuerdo con la Visión del bloque sobre el Océano Índico y el Pacífico. Coincidió también en la importancia de establecer relaciones estables y constructivas con China, reafirmando el importante papel de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) en el establecimiento de un marco legal detallado para coordinar todas las acciones en los mares y océanos.

En cuanto al conflicto Rusia-Ucrania, el Grupo de los Siete afirmó su postura unificada al imponer sanciones contra Rusia, al tiempo que trabaja con socios internacionales para promover esfuerzos encaminados a restaurar la paz en Ucrania. Reafirmó su determinación de fortalecer la cooperación con los países de Asia Central para abordar los desafíos regionales, promover los vínculos comerciales y energéticos, así como aumentar la conectividad y el transporte sostenible. Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 se comprometieron a fortalecer la solidaridad internacional fuera del bloque para abordar desafíos globales más amplios, como el cambio climático, el desarme nuclear y la igualdad de género, incluida la agenda sobre las mujeres, la paz y la seguridad.