Estados Unidos y su campaña unilateral contra Irán

Bá Thi
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(VOVWORLD) - En los últimos días de agosto, la cuestión nuclear de Irán volvió a ser el foco de atención internacional. La razón no fue solo la visita del director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, al país persa, sino también la creciente presión ejercida por Estados Unidos contra Teherán.
Estados Unidos y su campaña unilateral contra Irán - ảnh 1 El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo (c) en una rueda de prensa posterior a la votación del Consejo de Seguridad de la ONU el 20 de agosto. (Foto: Reuters)

El pasado 20 de agosto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, fue a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para entregar una carta al Consejo de Seguridad en la que pidió activar el snapback, o proceso de reversión, a fin de reimponer las sanciones internacionales contra Irán, alegando que Teherán no ha cumplido con sus compromisos nucleares. Esto es considerado una medida que podría colapsar completamente el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) firmado en 2015 entre la nación persa y el grupo P5+1 (compuesto por Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia, más Alemania).

Proceso de reversión” y esfuerzos unilaterales de Estados Unidos

El proceso “snapback”, establecido en el referido acuerdo, permite a los Estados participantes reimponer unilateralmente las sanciones internacionales contra Irán si este país no cumple con el pacto en general. Después de recibir la solicitud formal de Estados Unidos, los demás miembros del Consejo de Seguridad de la ONU tendrán 10 días para tomar una decisión al respecto. De lo contrario, las penalizaciones se reactivarán automáticamente luego de 20 días. Según observadores, este escenario es posible, ya que, con su derecho al veto, Estados Unidos puede rechazar cualquier resolución en contra de su voluntad.

 La acción del país norteamericano se produjo solo una semana después de que el Consejo de Seguridad rechazara el pasado 14 de agosto una resolución propuesta por Washington para extender el embargo de armas a Teherán. Los esfuerzos unilaterales de Estados Unidos en el asunto muestran su determinación de aplicar duras medidas contra la nación islámica, pero que son contrarias a las opiniones de los demás miembros del Consejo de Seguridad, incluidos sus principales aliados.

Críticas severas a la decisión norteamericana

Después de que Washington anunciara su intención de activar el “snapback”, numerosos países han expresado su oposición. En una carta enviada al Consejo de Seguridad de la ONU el 20 de agosto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia instó a los otros integrantes a oponerse a la iniciativa de Estados Unidos, enfatizando que Washington no tiene derecho a activar el mecanismo de reimposición de sanciones a Irán.

 Particularmente, Francia, Alemania y Reino Unido, tres cercanos aliados de Estados Unidos, rechazaron esta decisión en un comunicado lanzado el jueves, indicando que Washington dejó de ser un participante del PAIC tras su retirada en 2018, por lo que no tiene el derecho de activar el procedimiento “snapback”. Anteriormente, estos países también reaccionaron con fuerza al abandono de Estados Unidos del acuerdo nuclear.

Según analistas, es difícil que la nación norteamericana pueda convencer a sus aliados europeos para apoyarle, incluso en el caso de que el “proceso de reversión” se active con éxito de acuerdo con su intención. Por el contrario, el referido movimiento podría acercar a Europa e Irán, arruinar el plan de Washington para aislar a Teherán y provocar muchas otras consecuencias impredecibles.

Eso explica por qué dentro del círculo político estadounidense se han registrado muchas opiniones opuestas al plan contra Teherán. Wendy Sherman, jefa del equipo negociador de Estados Unidos durante el mandato del expresidente Barack Obama, advirtió que su país podría socavar su propio poder si insistía en desafiar a otras potencias, incluidos sus aliados, solo por el tema nuclear iraní.

Analistas dijeron que, en la actual coyuntura, la Unión Europea y otros territorios mantendrán negociaciones con Irán para asegurar que el acuerdo nuclear de 2015 no sea derrumbado antes de las elecciones presidenciales estadounidenses, a celebrarse el próximo mes de noviembre, cuyos resultados, según ellos, tendrán ciertos impactos en la cuestión nuclear del país persa. 

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