La nueva estrategia de Estados Unidos sobre el Indo-Pacífico se anunció en el contexto de un aumento activo de la influencia de Washington en la región, lo que se refleja claramente en la última visita del secretario de Estado Antony Blinken a Japón, Corea del Sur y varias naciones insulares del Pacífico.
Contenidos detallados
La nueva estrategia, publicada por la Casa Blanca el pasado 11 de febrero, tiene 12 páginas y enfatiza su compromiso de buscar un “Indo-Pacífico libre y abierto” a través de la construcción de alianzas más sólidas, el fortalecimiento de las asociaciones emergentes y mediante más inversiones en la región.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca el 12 de febrero de 2022. (Foto: global.chinadaily.com.) |
Entre los planes previstos para los próximos uno o dos años, Washington pretende fortalecer su disuasión contra la agresión militar en su contra, así como contra sus aliados y socios en el área. Estados Unidos también busca reforzar la cooperación con países del sudeste asiático y otras regiones.
El anuncio del referido documento coincide con la gira por el Indo-Pacífico de Antony Blinken, cuyo propósito es enfatizar las prioridades de su nación para la región.
El objetivo de construir un Indo-Pacífico libre y abierto también se afirma en la declaración conjunta emitida después de la reunión mantenida el 11 de febrero en Melbourne (Australia) entre los ministros de Relaciones Exteriores de la alianza “Quad”, a la que asistieron, Marise Payne, de Australia, Subrahmanyam Jaishankar de la India, y Yoshimasa Hayashi de Japón, además de Antony Blinken.
En su declaración conjunta, el grupo “Quad” reafirmó su determinación de profundizar el compromiso con los socios en la región, incluso a través del desarrollo de capacidades y asistencia técnica, la garantía de la libertad de navegación y sobrevuelo en el área con vistas a hacer frente a desafíos como la pesca ilegal, a la vez que se promueva la seguridad de las líneas de comunicación marítimas.
Competencia estratégica y desafíos
La región del Indo-Pacífico cuenta actualmente con las tres economías más grandes del mundo, a saber, Estados Unidos, China y Japón. Mientras tanto, siete de sus miembros figuran entre los ocho mercados emergentes de más rápido crecimiento en el mundo: India, China, Bangladesh, Timor Leste y Papúa Nueva Guinea. Además, siete se encuentran en el ranking de las 10 fuerzas militares más grandes del mundo, entre ellos, Estados Unidos, China, India, Japón, Corea del Sur, Pakistán y Australia. Asimismo, se trata de un lugar que presencia una feroz competencia en términos de geoestrategia y recursos naturales, por lo que siempre existe la posibilidad de que estallen allí conflictos críticos.
Debido a su papel geoeconómico y geopolítico cada vez más importante, la región del Indo-Pacífico hace que todas las potencias mundiales realicen ajustes estratégicos para aumentar su influencia y proteger sus intereses.
En efecto, el anuncio de la estrategia relacionada forma parte de los esfuerzos de la administración de Joe Biden por reforzar su poder e influencia. Junto con ello, la aparición de una serie de amenazas, tales como la pandemia de covid-19, la interrupción de la cadena de suministro global y los desafíos de la seguridad y la competencia por intereses estratégicos, entre otros, hizo que la región haya sido objeto de una especial atención por parte de las potencias.
Desde una perspectiva optimista, los expertos evalúan que con la nueva estrategia del Indo-Pacífico, las potencias mundiales han intentado fortalecer la cooperación multilateral para crear un colectivo con mayor fuerza, asegurando los intereses comunes de la comunidad internacional, así como abriendo oportunidades para consolidar aún más la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región. Sin embargo, estos cambios estratégicos también plantean desafíos para la mayoría de los países de la zona, incluidos los pequeños y los en vías de desarrollo. Por ello, a la hora de participar en la cooperación regional, es necesario contar con una estrategia adecuada para aprovechar las oportunidades y velar por los intereses nacionales y, al mismo tiempo, evitar caer en la espiral de intereses contrapuestos entre las grandes potencias.