Donald Trump y Joe Biden, candidatos a la presidencia de Estados Unidos. (Foto: USAToday) |
Antes del brote de la enfermedad en Estados Unidos, ni el actual presidente Donald Trump ni su rival Joe Biden pudieron imaginar que existiría un factor tan devastador que afectaría en gran medida el resultado de la carrera hacia la Casa Blanca.
Maneras de manejar la crisis
La historia de las elecciones estadounidenses muestra que, cuando el país está en una gran crisis, los votantes tenderán a encontrar un candidato más estable y experimentado, considerado más confiable para liderar.
Hace 80 años cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, los electores norteamericanos confiaron en que el entonces presidente Franklin Delano Roosevelt se convirtiera en el único de ese país en servir por un tercer mandato, a pesar de las regulaciones de la Constitución de no permitir más de dos. Mientras, hace 40 años, debido a su fracaso en la solución de la crisis de rehenes en Irán y la Guerra Fría con la Unión Soviética, el entonces presidente Jimmy Carter, del Partido Demócrata, fue reemplazado por el candidato republicano Ronald Reagan.
Volviendo a la actualidad, la cuestión que se plantea en vísperas de los próximos comicios es quién podría manejar la crisis del nuevo coronavirus de la manera correcta. ¿En quién confiarán los votantes estadounidenses? Muchos observadores valoraron que ninguna campaña podría salvar a Trump si es visto como el presidente que falló en la lucha contra el virus SARS-CoV-2.
Trump ahora enfrenta desafíos sin precedentes en su carrera política. Si antes del brote del covid-19, su eslogan “Estados Unidos Primero” más o menos atrajo a cierto número de votantes, la pandemia borró casi todos los logros económicos que él consideraba la “carta decisiva” para las próximas elecciones. El nuevo coronavirus no solo hizo que la economía fuera difícil de recuperar, especialmente el desempleo, sino que también exacerbó el problema étnico que ha existido desde mucho tiempo. La tendencia principal en las elecciones estadounidenses en 2020 ha cambiado. Los blancos que votaron por Trump hace cuatro años han expresado su frustración ante su falta de capacidades de manejo de la crisis actual. Son quienes podrían decidir no votar o incluso votar por el candidato Joe Biden.
Un resultado impredecible
Lo que se debe mencionar es que el actual rival de Trump, Joe Biden, no es una persona que causa división ni recibe tantas críticas como Hillary Clinton en 2016. Mientras, la situación epidémica ahora le ayuda a ganar el apoyo de más grupos electorales, como los mayores de 65 años, por lo que está liderando en uno de los Estados más importantes para los comicios: Florida. Por supuesto, Biden necesita superar sus debilidades, evitando los factores negativos y las controversias, eligiendo cuidadosamente a su vicepresidente si gana y no ofendiendo a los blancos cuando apoya a los afroamericanos.
Las últimas encuestas de intención de votos muestran que el presidente Donald Trump, de 74 años, se está quedando atrás en los Estados clave. De hecho, Joe Biden lidera en alrededor de 8,7% de puntos a favor. Esta brecha está mucho más lejos que la registrada en las últimas elecciones.
Sin embargo, los datos de las encuestas de este tipo no reflejan siempre el resultado final de la votación. Muchas personas creen que Trump aún puede tener un "regreso aguas arriba" como lo hizo hace 4 años. Pero todos son pronósticos. La lucha contra el covid-19 en Estados Unidos no ha terminado y por eso, el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 sigue siendo un misterio.