El presidente Ho Chi Minh junto con compatriotas étnicos. (Foto de archivo)
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Bajo el liderazgo del Partido Comunista de Vietnam (PCV) y el presidente Ho Chi Minh, la unidad nacional ha sido puesta en alto con la combinación de las mejores tradiciones vietnamitas, la aplicación del marxismo-leninismo y el pensamiento del prócer de la Patria sobre el tema.
Según el profesor adjunto y doctor Nguyen Trong Phuc, exjefe del Instituto de Historia del PCV, adscrito a la Academia Política Nacional Ho Chi Minh, el líder revolucionario dijo: “Hay que considerar la unidad partidista como nuestros propios ojos”. Sus enseñanzas a las generaciones posteriores siguen siendo efectivas con un lema de profunda significación: “Unidad, unidad, gran unidad, éxito, éxito, gran éxito”. De haber imbuido tal espíritu, el PCV siempre considera el aumento de su capacidad combativa y el fortalecimiento de las fuerzas de unidad nacional como los criterios invariables desde su nacimiento. Trong Phuc afirmó: “Durante los últimos 90 años, uno de los factores que ayudó al Partido Comunista a liderar exitosamente la Revolución fue promover la fuerza interna y optimizar el apoyo del exterior para luchar contra los peligros. Esa es una de las grandes lecciones de la Revolución vietnamita”.
El espíritu de solidaridad ha ayudado al país a superar los retos de cada etapa revolucionaria. El último Congreso partidista reafirmó que la unidad nacional es la política estratégica de la Revolución vietnamita, el impulsor y la gran fuerza para la construcción y defensa de la Patria.
Según el profesor adjunto y doctor Bui Xuan Duc, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Dai Nam, la Revolución vietnamita es inseparable del consenso popular, por lo que el Partido debe ser el abanderado y núcleo de los esfuerzos por consolidar el potencial nacional. Xuan Duc señaló: “La gran unidad nacional debe basarse en la solución coordinada de las relaciones sociales. Esta labor debe ser llevada a cabo no solo en el ámbito político sino también en la causa revolucionaria, por lo que el Partido Comunista necesita cumplir cabalmente su papel de dirigencia para aunar los esfuerzos de todo el pueblo”.
Como única organización política que lidera el país, el PCV tiene el poder de movilizar las masas para el desarrollo nacional. En este sentido, debe mantener vínculos cercanos con los estratos sociales, proteger sus derechos y garantizarles una buena vida material y espiritual. Al respecto, Pham The Duyet, ex presidente del Frente de la Patria de Vietnam, evaluó: “Pienso que para enaltecer las fuerzas de unidad popular, en la actual coyuntura, el Partido debe fortalecer la solidaridad interna. Cada militante debe ser un ejemplo a seguir para los pobladores. Las instancias partidistas necesitan cumplir con seriedad las directrices y resoluciones establecidas para implementar con éxito la causa de industrialización y modernización del país”.
Con la confianza en la renovación nacional de cara a un futuro prometedor, el pueblo vietnamita apoya el liderazgo del Partido Comunista para orientar a los ciudadanos en la construcción y defensa nacional, así como consolidar las fuerzas de unidad popular para fortalecer la industrialización y modernización del país en medio de la integración mundial.