Los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos de los países miembros del G20 en la reunión anual en Bali, Indonesia (Foto: AFP/VNA) |
Participarán en la cita dirigentes del G7 (de países industrializados), los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y otros tantos del Brics (grupo de las economías emergentes). El G20 representa el 63% de la población mundial y el 84% del comercio global.
Tratarán una serie de temas espinosos
El ambiente en vísperas de la Cumbre del G20 en Argentina es un poco tenso debido a la cantidad de temas a tratar y las posturas diferentes de las potencias.
Primeramente, el incidente ocurrido en el estrecho de Kerch entre Rusia y Ucrania es motivo de un nuevo deterioro de las relaciones entre Washington y Moscú. Días antes de la apertura de la cumbre, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con cancelar una reunión programada con su homólogo ruso, Vladimir Putin, al margen de la conferencia en Buenos Aires. El gobernante norteamericano adoptó esa postura después que las fuerzas de seguridad rusas detuvieran el pasado 25 de noviembre a 24 tripulantes y tres barcos de la Marina ucraniana, bajo la acusación de que violaron las aguas jurisdiccionales de Rusia en esa zona cercana a la península de Crimea, en el Mar Negro. Moscú consideró la incursión de esos buques de guerra una provocación de Ucrania. La parte estadounidense tildó la acción de Moscú de “una escalada peligrosa y una violación de la ley internacional”, al tiempo que llamó a sancionar a la federación euroasiática. No obstante, Francia y Alemania, dos países líderes en la Unión Europea, rechazaron la imposición de medidas de castigo a Moscú, y abogaron por una solución diplomática del conflicto entre Rusia y Ucrania.
A su vez, Rusia dirigió críticas enérgicas a Trump por retirar a Estados Unidos del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF). También manifestó que responderá al país norteamericano si este ejecuta su plan de instalar misiles de alcance corto y medio en Europa, advirtiendo de acciones contra Estados Unidos si realiza actos amenazadores contra objetivos estratégicos en territorio ruso. No obstante, Moscú dejó claro que no quiere llevar más lejos la situación y que está dispuesto a dialogar con Estados Unidos al respecto.
Por otro lado, se teme que China y Estados Unidos usen la Cumbre del G20 como escenario donde defender sus posturas en cuanto a los conflictos comerciales bilaterales. En vísperas de la conferencia, Trump no dejó de amenazar a Beijing, e incluso advirtió que si fracasan las negociaciones, Washington aplicará aranceles al resto de las exportaciones chinas todavía libres de impuestos. El mandatario adelantó una tarifa del 10% a los celulares móviles iPhone y otros dispositivos electrónicos de consumo importados del mercado chino.
La semana pasada, la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Puerto Moresby, Papúa Nueva Guinea, fue escenario de una disputa oral entre Washington y Beijing en torno a la reforma de la Organización Mundial de Comercio y el proteccionismo. Las tensiones entre las dos primeras potencias económicas mundiales siguen agudizándose y la opinión pública mundial teme que algo similar ocurra en Buenos Aires.
¿Una oportunidad para ventilar las dificultades?
En esta coyuntura, no hay mucho optimismo sobre los resultados de la próxima cumbre del G20. Los observadores internacionales estiman que solo tendrá éxito si las partes se respetan mutuamente.
Las diferencias entre Estados Unidos y China podrán traducirse en riesgos para ambos territorios si se agrava el conflicto comercial o se produce una guerra fría o armada, escenarios evitables solo cuando sus líderes se dispongan a dialogar sobre la base de los principios establecidos. Igualmente, las relaciones entre Estados Unidos y Rusia experimentan el peor momento en los últimos tiempos. Pero sus dirigentes entienden que un conflicto armado no beneficiará a nadie, y que la cumbre del G20 podría ser un espacio de posibles cambios en los lazos bilaterales. ¿Podrán alcanzar algún avance de apertura? Habrá que esperar por la evolución de los hechos en Buenos Aires para tener una respuesta acertada.