La 35 Cumbre de la Asean del 1 al 4 de noviembre de 2019 en Bangkok, Tailandia (Foto: VGP)
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En su 35 Cumbre en Bangkok, la agrupación del Sudeste Asiático trata de fortalecer la solidaridad, promover su papel central, ampliar y profundizar las relaciones con sus socios, crear un entorno favorable para el desarrollo sostenible de la región y de cada uno de sus miembros, para lo cual la estabilidad en el Mar del Este es un requisito imprescindible.
Paz y estabilidad en Mar Oriental por el beneficio común
Durante mucho tiempo, la cuestión del Mar del Este se ha convertido en una preocupación principal en las cumbres anuales de la Asean, puesto que es un área importante y una puerta del comercio marítimo internacional. Recientemente, diversos sucesos complicaron la situación en ese piélago, incluidos algunos que causan tensiones por constituir incursiones ilegales en las plataformas continentales y las zonas económicas exclusivas de países de la región. Por ejemplo, la constante violación por parte de China de la soberanía marítima de Vietnam sobre áreas reconocidas por la ley internacional, especialmente la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982. En particular, de julio a octubre pasado, su buque de exploración geológica Haiyang Dizhi-8 entró continua y desautorizadamente en las zonas del arrecife Tu Chinh (Vanguard Bank), enclavado en la plataforma continental de Vietnam.
Estos actos agravan las tensiones y representan una amenaza a la libertad de navegación marítima y aérea en el Mar del Este y para la paz, la seguridad, la estabilidad y la cooperación para el desarrollo en la región y en el resto del mundo. Las violaciones chinas han recibido muchas críticas no solo de países de la Asean, sino también de la comunidad internacional. Todo el mundo entiende que siendo una ruta marítima de suma importancia, el Mar Oriental debe ser pacífico, seguro, estable y favorable a la libertad de navegación. Eso es un tema de interés común de toda la Asean y sus socios y es una meta que todo el planeta aspira a lograr, por el beneficio común.
Por esta razón, en todas las reuniones en el marco de la 35 Cumbre de la Asean, los líderes regionales prestaron especial atención a las incidencias en esas aguas tan estratégicas. Lo más sorprendente en la ocasión fue el anuncio del primer ministro chino, Li Keqiang, de que su país está listo para negociar y firmar con la Asean el Código de Conducta en el Mar Oriental en 2021.
De una conciencia común a un esfuerzo conjunto
La Asean ha expresado su postura y promulgado declaraciones importantes sobre el tema del Mar del Este, las cuales son apoyadas por sus socios y la comunidad internacional. De ellas, destacan los anuncios de vincular la paz y la seguridad en el Mar Oriental con la paz y el desarrollo de la región y que todos los problemas que surjan deben resolverse sobre la base de la leyes internacionales y la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar de 1982, así como los principios de la Asean. Entendiendo que esta es una cuestión de toda la región, los países miembros de la agrupación, aun los que tienen diferencias puntuales, tratan de resolver las disputas por vía del diálogo, la voluntad de entendimiento y los puntos de vista comunes.
A 52 años de establecida, y en una importante etapa de madurez y desarrollo, la Asean se ha convertido en un asociado importante de muchas potencias mundiales. La agrupación también actúa como un puente en muchos foros en la región y en el planeta, y por lo tanto está más consciente que nunca de su rol como garante de la paz y la seguridad regionales. Para ello debe mantener, de cualquier manera, la unidad y la resiliencia, además de promover las iniciativas de conformación regional.
Reconocer los riesgos y desafíos, buscar una voz común, encontrar soluciones para resolver las disputas, y mantener la paz, la seguridad y la estabilidad en el Mar del Este son actualmente las tareas más importantes de la Asean. Impulsar el consenso y la solidaridad dará al bloque la capacidad y la fuerza para prevenir y responder adecuadamente a las violaciones de la soberanía marítima de sus miembros y de la ley internacional.