(VOVworld) – Nuevas esperanzas están surgiendo respecto a la crisis siria que ya se prolonga por 19 meses. La aceptación por el Gobierno del presidente Bashar al-Assad de un cese el fuego en la Fiesta musulmana Eid Al-Adha, facilitará las ayudas humanitarias de la comunidad internacional y creará una premisa para que las partes en conflicto se comprometan a poner fin a la violencia, en consonancia con las resoluciones 2042 y 2043 del Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, con tantos enfrentamientos sin visos de reducirse, un mejor futuro para el país del Oriente Medio “está lejos de alcanzarse”.
Un día antes de la Festividad del Sacrificio Eid Al-Adha, una de las dos ceremonias más importantes de los musulmanes que se inicia el 26 de octubre según el calendario gregoriano, el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi anunció un acuerdo de tregua al menos por 4 días entre las antípodas políticas en Siria. Cabe destacar que este resultado se cosechó de los esfuerzos incesantes del mediador internacional. En calidad de embajador de la paz para Siria, país al cual sacudió la crisis política durante los últimos 19 meses, Brahimi realizó una gira por la región en busca de una medida pacífica al respecto.
El Consejo de Seguridad emitió una declaración elogiando la iniciativa del alto el fuego y previó desplegar fuerzas de Mantenimiento de la paz en Siria si las partes involucradas cumplen las condiciones establecidas. No obstante, cualquier aprobación mutua, necesita la ratificación de los 15 miembros del órgano de la ONU.
Silencio de las armas en Siria durante la fiesta islámica
Tales informaciones generaron señales positivas en la actual situación. Sin embargo, la opinión pública duda del éxito de la gestión de tregua, pues exige la confianza de las partes sirias al igual que los esfuerzos de la comunidad internacional. El primer obstáculo apareció cuando este 24 de octubre, el grupo musulmán del Frente Al-Nusra rechazó la tregua, declarando que “no existe cese el fuego entre nosotros y el régimen que causó el derramamiento de sangre de los islámicos”. Junto con la Fuerza del Ejército Libre sirio atacó la base militar de Wasi Deif, en la provincia noroeste de Idlib. Entretanto, los enfrentamientos sangrientos aún se expanden en toda Siria, incluso en Damasco, la ciudad de Alepo, el distrito de Maaret al-Numan controlado por la oposición, y la provincia sureña de Darra.
Preocupaciones de la opinión pública sobre el temido incumplimiento del referido acuerdo tienen sus fundamentos debido a la ruptura de la confianza entre las partes. En abril de 2012, los esfuerzos del ex-responsable común de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, por conseguir un compromiso similar “se rompieron” apenas 24 horas de su entrada en vigor. Actualmente, hay muchas señales que apuntan hacia “otra ruptura” del nuevo acuerdo. Según informó el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, la oposición siria ha adquirido misiles portátiles tierra-aire, incluidos los Stingers, de fabricación estadounidense. La administración de Turquía permitió la presencia de 70 bombas nucleares de EEUU en su suelo para enfrentar supuestos conflictos en la región. Mientras tanto, soldados extranjeros continúan insertándose en Siria y realizando acciones tergiversadoras contra el Gobierno, lo que agudiza la violencia en esa república. El ex secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, advirtió que las armas provenientes del exterior sólo “combustionan fuego” en los enfrentamientos, causantes de la muerte de más de 34 mil personas.
La opinión pública duda si los esfuerzos de Brahimi logren éxito
en medio de la continuidad de la violencia siria
La presión exterior sobre la administración siria se incrementa. En las últimas semanas, Turquía reforzó sus fuerzas militares a lo largo de la frontera de 900 kilómetros con Siria. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) elaboró un plan de defensa del territorio turco, país miembro de la alianza atlántica. La opinión pública señaló que un pretexto pequeño debido a “una bala perdida” (como el hecho de que proyectiles perdidos provenientes de un conflicto entre la oposición siria y las fuerzas gubernamentales impactaron el 23 del corriente mes en un centro sanitario turco cerca de la frontera de ambas naciones), podría conducir a injerencias militares extranjeras. Desde hace tiempo, la administración siria ha sido considerada “una espina” en “los ojos del Occidente”.
La opinión pública evaluó que no resulta fácil lograr éxito para el mediador internacional Lakhdar Brahimi. Observadores indicaron que el acuerdo de la oposición siria del cese de violencia en la Fiesta Eid Al-Adha “acaso es para satisfacer a Brahimi en los esfuerzos constantes de la comunidad internacional”. Y en realidad, el cumplir o no aún es un problema sin respuesta./.