Las colonias judías son retos que han perjudicado las relaciones entre Israel y Palestina durante décadas y los esfuerzos para recuperar la paz. Según resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, dichos asentamientos son ilegales porque violan el Cuarto Convenio de Ginebra sobre las leyes de la guerra que prohíbe explícitamente el traslado de civiles a los territorios ocupados.
Razón subyacente
Asentamientos judíos de la zona Ramat Shlomo en Jerusalén (Foto:AFP/TTXVN) |
Primero, cabe destacar que la afirmación de Estados Unidos de apoyar el derecho de Israel a construir asentamientos en Cisjordania no es una decisión coyuntural del gobierno norteamericano, pues su Departamento de Estado en colaboración con el asesor principal de la Casa Blanca, Jared Kushner, yerno de Trump, ha trabajado durante casi un año para llegar a dicha declaración. La diferencia es que llega en un momento en que la carrera política del país está hirviendo con la acusación contra Trump, y parece que el ocupante de la Casa Blanca tiene desventajas en este escándalo. En el actual escenario, se cree que todas las actividades al exterior sirven para distraer la opinión pública, reduciendo así la presión sobre el mandatario norteamericano.
Mientras, para ser reelecto el próximo año, Trump desea desesperadamente el voto de los electores judíos en Estados Unidos. Hay que recordar que durante la campaña electoral de 2016, Trump dejó claro que cuando se convirtiera en presidente del país, el período de los ciudadanos israelíes tratados como de segunda clase terminaría de inmediato. Y ahora, justo antes de los comicios presidenciales de 2020, continúa respaldando a Israel en el establecimiento de asentamientos en Cisjordania.
Observadores internacionales evalúan que la decisión de Trump también se debe a su amistad especial con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien enfrentaba el riesgo de perder su cargo en las últimas elecciones, y ha sido acusado de corrupción, fraude y abuso de confianza.
La tercera razón es que Trump ha afirmado repetidamente que habrá una nueva iniciativa de paz para Medio Oriente y la mantendrá como el "Acuerdo del Siglo", pero hasta ahora, este borrador aún tiene muchos argumentos polémicos y carece de factibilidad. Al crear una nueva situación en esta área, el inquilino de la Casa Blanca busca continuar retrasando la publicación del documento y evitar al mismo tiempo las críticas públicas.
No se presta atención a una solución pacífica al conflicto Israel-Palestina
Cualquiera sea la causa, la última decisión de Washington continúa la serie de actividades que aumentan las tensiones con Palestina y otros países de la región, después de una sucesión de acciones inesperadas, a saber el reconocimiento a Jerusalén como la capital de Israel, el traslado de la embajada nacional de Tel Aviv a esa ciudad, y el apoyo a la soberanía israelí sobre los ocupados Altos del Golán en el territorio sirio.
Antes del mandato del presidente Donald Trump, ya fuera Gobierno demócrata o republicano, Estados Unidos solía declarar y presionar a Israel para suspender la construcción de asentamientos en Cisjordania. Al final del mandato del expresidente Barack Obama, la administración norteamericana también acompañó a las Naciones Unidas al condenar la edificación ilegal de esas colonias por parte de Israel.
Sin embargo, bajo el liderazgo de Trump, todo se revirtió. Las decisiones suyas han complicado el proceso de paz en Medio Oriente, la perspectiva de eliminar los cuellos de botella y la relación más hostil entre Israel y Palestina. Por ende, la comunidad internacional opinó que Trump no le dio mucha importancia a la búsqueda de una solución política pacífica al conflicto entre Israel y Palestina, lo que deprecia el papel de Estados Unidos en solventar uno de los problemas de seguridad más persistentes del mundo.