Escenario de destrucción tras ataques aéreos israelíes en Jiam, Líbano. (Foto: VNA)

En una declaración emitida la noche del 26 de noviembre desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden afirmó que la propuesta de Estados Unidos, con Francia como mediadora, fue aceptada después de llamadas telefónicas separadas con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con el primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati.

Una herramienta para frenar la espiral de violencia

El acuerdo de alto el fuego entre Israel y Líbano entró en vigor oficialmente hoy, 27 de noviembre. El documento establece que el ejército israelí se replegará en todas sus posiciones en el sur de Líbano, y la milicia libanesa de Hezbolá, a su vez, retirará todas las armas de gran calibre hacia la orilla norte del río Litani, a unos 25 kilómetros de la frontera israelí.

En la etapa de transición las tropas libanesas serán desplegadas en la zona de contención en la frontera y operarán al lado de la fuerza provisional de las Naciones Unidas (UNIFIL) acuarteladas allí. Los problemas relacionados con la disputa territorial entre Líbano e Israel serán sometidos a debate tras los 60 días destinados a la retirada de ambas partes.

A pesar de la ausencia militar de su país en el terreno, el presidente Joe Biden afirmó que Estados Unidos coordinará con Francia y otros aliados para proporcionar el apoyo necesario en pos de una implementación efectiva de la tregua. Biden también resaltó que el alto al fuego fue decretado para garantizar el fin de las hostilidades a largo plazo.

“Estamos decididos a no permitir que este conflicto se convierta en una nueva espiral de violencia. Por lo tanto, Estados Unidos, con el apoyo de Francia y otros aliados, se compromete a trabajar con Israel y Líbano para garantizar que este acuerdo se implemente plenamente”, expresó Biden.

El alcance de un alto el fuego en estos momentos reviste un significado importante tanto para Israel y Hezbolá como para la administración libanesa. Según la agencia de Salud de Líbano, desde las tensiones con el país hebreo en octubre de 2023 y el estallido del conflicto entre las dos partes en septiembre pasado, cerca de 3.800 civiles resultaron muertos y un millón de personas se vieron obligados a abandonar sus hogares, mientras las infraestructuras en el sur del país y en Beirut, la capital, quedaron gravemente dañadas.

De parte de Hezbolá en particular, las pérdidas militares son también considerables, con la caída de muchos miembros de su cúpula, y la destrucción de importantes bases materiales y municiones. Israel, a su vez, sufrió un saldo de más de 120 muertos, entre civiles y militares. La ampliación del conflicto hacia Líbano por Israel ha provocado una gran ola de rechazo y críticas, así como presiones diplomáticas, en un contexto en que sus ataques en el territorio palestino de la Franja de Gaza han ocasionado terribles consecuencias humanitarias.

¿Cuál es la solución para la Franja de Gaza?

Según los observadores, la aceptación por el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu del alto el fuego con Hezbolá, a pesar de las críticas y protestas internas, se debe a los cambios cada vez más desfavorables para el país hebreo en el entorno político y diplomático internacional. La prolongación del conflicto en Gaza y su expansión a Líbano han causado tragedias humanitarias, dejando a Israel cada vez más aislado.

Según Jonathan Lord, director del Programa de Seguridad de Oriente Medio del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS), durante un año de conflicto en la región el ejército israelí logró grandes victorias tácticas al destruir gran parte de las capacidades militares del movimiento islámico Hamás y del grupo Hezbolá. Sin embargo, los beneficios de esas victorias están disminuyendo cada vez más ante su desprestigio diplomático.

 “Israel se encuentra actualmente en una situación muy precaria estratégicamente. Los beneficios obtenidos de su campaña militar en Gaza se están reduciendo. La continuación del conflicto seguirá causando desastres humanitarios. Los perjuicios para los 2,1 millones de civiles palestinos lo aislarán cada vez más en el escenario internacional. Este es un factor importante que Israel debe considerar”, sostuvo Lord.

Una gran pregunta ahora es si el alto el fuego entre Israel y Hezbolá allanará el camino para otro acuerdo similar en la Franja de Gaza que ponga fin completamente a los combates y permita traer de regreso a los rehenes. En una declaración publicada este martes el presidente francés, Emmanuel Macron, enfatizó que ésta debe ser una gran prioridad para todas las partes en la próxima fase, diciendo: “Este acuerdo debe allanar el camino a un cese del fuego tan esperado en Gaza, cuya población padece sufrimientos indescriptibles. Este nuevo acuerdo demuestra una valentía política y puede traer la paz y la seguridad a todos en el Medio Oriente”.

  Los expertos estiman que el acuerdo de tregua entre Israel y Hezbolá no incluye como condición poner fin al conflicto en Gaza, algo que Hezbolá siempre exigió. Según ellos, esto demuestra que ha habido ciertas concesiones por parte de la milicia libanesa y sus aliados de Hamás, por lo cual Israel debe aprovechar este momento para encontrar una solución realista que permita poner fin a los sufrimientos de los gazatíes.