Dentro de la central nuclear de Bushehr de Irán (Foto: Reuters)

En una declaración reciente, el embajador iraní en el Reino Unido, Hamid Baeidinejad, advirtió que Teherán podría retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear, lo que significa su abandono de todas las obligaciones internacionales al respecto. Al comentar tal perspectiva, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Mousavi, dijo el 10 de noviembre que su país aún no ha tomado una decisión final, pero confirmó que ha preparado diferentes escenarios y tendría reacciones apropiadas para cada momento.

En la propia fecha Teherán comenzó a construir el segundo reactor en la central nuclear de Bushehr, unos pocos días después del inicio de la cuarta fase de reducción de sus compromisos en el PAIC. Con antelación, el 6 de noviembre, ese país también realizó una inyección de gas de uranio en centrifugadoras de la instalación nuclear de Fordo. Según la Organización de Energía Atómica de Irán, Teherán planea enriquecer uranio al 4,5% en esta planta, mucho más del límite de 3,67 % establecido en el acuerdo nuclear de 2015. Esos son algunas de las varias acciones y advertencias lanzadas por Teherán desde la decisión unilateral del presidente Donald Trump el año pasado de retirarse del PAIC y volver a imponer sanciones a los sectores bancario y petrolero de la nación persa.

Según las fuentes, ya en julio las reservas de uranio de Irán superaban los 300 kilogramos pactados. Por su parte, Teherán confirmó que aumentaría diez veces la producción de uranio poco enriquecido, de 450 gramos a 5 kilogramos por día, y anunció poseer reservas de más de 500 kilogramos de ese material. Aunque dijo que estas medidas tienen como objetivo “instar a las potencias europeas y los socios comerciales a encontrar una solución integral para Irán, en lugar de romper el acuerdo”, la realidad, según los analistas, no es tan simple.

En un contexto en que Estados Unidos no ha mostrado signos de ceder y las potencias europeas aún no encuentran una solución viable para salvar el acuerdo nuclear con Irán, Teherán seguirá reduciendo sus compromisos. Recientemente  el presidente Hassan Rouhani advirtió que su país podría aumentar de nuevo la producción de uranio en enero de 2020, a menos que Europa tome medidas para ayudar a Teherán a exportar petróleo. Este hecho revela que el PAIC es más frágil que nunca.