Después de que el primer ministro Nguyen Xuan Phuc emitiera la Instrucción 16 sobre las medidas de protección de la salud pública frente al Covid-19, las comunidades religiosas suspendieron las actividades que congregan a muchas personas, mientras restringen las reuniones entre los dignatarios.
Unidos a los esfuerzos comunes frente a la epidemia
El arzobispo de Ciudad Ho Chi Minh, Nguyen Nang (Foto: tuoitre.vn) |
El 25 de marzo, el arzobispo de Ciudad Ho Chi Minh, Nguyen Nang, envió una carta en la cual solicitó a todas las iglesias posponer temporalmente la celebración de las misas y otras actividades religiosas, a partir de las 16:00 del 26 de marzo. Según el dirigente, esta es una acción para unir esfuerzos en la lucha contra el Covid-19, con el fin de garantizar la buena salud de los fieles y mostrar su responsabilidad para la comunidad.
Luego, las diócesis de Bui Chu, en la provincia norteña de Nam Dinh, y la ciudad altiplánica de Buon Ma Thuot emitieron similares mensajes para llamar a las parroquias, órdenes religiosas y miembros a suspender las celebraciones religiosas y las actividades de concentración masiva como bodas o funerales, para contribuir a la prevención de la enfermedad.
Según Nghiem Van Chuan, jefe del Comité de Culto de la provincia altiplánica de Dak Lak, los dirigentes y seguidores de diferentes religiones cumplen estrictamente con las medidas preventivas propuestas por el Gobierno. “Continuamos intercambiando con los líderes de las organizaciones religiosas sobre la situación de la pandemia y recibimos el gran apoyo de ellos. De hecho, en respuesta a la Instrucción 16 del Gobierno, las iglesias católicas y protestantes celebran la Pascua en línea. Afirmamos que todas las religiones en Dak Lak cumplan con dicha orden, a favor de la buena salud del pueblo”, dijo Van Chuan.
Responsabilidad por la comunidad
La Diócesis de Buon Me Thuot (foto: baodaklak.vn) |
Mientras las comunidades religiosas y los creyentes en todo el país practican su credo en línea con la Instrucción 16 del Gobierno, en seis diócesis de la provincia de Ha Tinh algunos sacerdotes tocaron las campanas para convocar a los creyentes a ir a misa durante el fin de semana. Unas 500 personas participaron en esas reuniones, lo que aumentó el riesgo de contagio del nuevo coronavirus en la sociedad. Después de que las instancias administrativas de Ha Tinh recordaran las recomendaciones del Gobierno, los feligreses en la localidad se dieron cuenta de lo imprudente de sus acciones. Creyentes radicados en el distrito de Can Loc expresaron:
“Normalmente nos reunimos a las tres de la tarde para la lectura bíblica y vamos a la iglesia por la mañana, pero tras promulgarse la Instrucción 16 del Gobierno suspendimos esas citas. Creo que eso es bueno para mi propia persona, por lo que no debo incumplirlo”, dijo una mujer.
“El distanciamiento social para nosotros significa reducir las reuniones y realizar misas por medios interactivos. En las próximas fiestas de Pascua, no iremos a la iglesia, sino que participaremos en la oración en línea. Agradecemos al Partido y al Gobierno, especialmente al primer ministro que, por la seguridad de los ciudadanos, emitió directivas para poder frenar lo antes posible el brote epidémico”, opinó un hombre.
La congelación de las actividades de culto que concentran a muchas personas es una decisión difícil para los dignatarios religiosos en particular y los creyentes en general, especialmente en medio de la Semana Santa y la Pascua. En la actual coyuntura, es de importancia la participación en los esfuerzos comunes para prevenir y controlar la propagación del nuevo coronavirus. De esta manera, las infracciones de algunas parroquias como la de Ha Tinh va en contra de los intereses de la comunidad y la Orden Cristiana de Vietnam.