El PIB de Vietnam en el primer trimestre aumentó un poco más del 3,3 %, lo que refleja dos problemas principales. En primer lugar, la economía de Vietnam se ve fuertemente afectada por la recesión económica mundial. Esto se muestra claramente cuando el valor de exportaciones en ese tiempo se estima en más de 79 mil millones de dólares, y el de importaciones, más de 75 mil millones de dólares, respectivamente un 12% y un 14,7% menos que el mismo periodo del año pasado. Mientras, la tasa de crecimiento de las industrias de procesamiento y manufactura también disminuyó.
En segundo lugar, la tasa de crecimiento del PIB refleja las deficiencias en la gestión del flujo de efectivo, lo que afecta negativamente al mercado de bonos y las industrias de la construcción y bienes raíces. Además, hasta el 20 de marzo, la totalidad de las inversiones extranjeras registradas solo alcanzó los 5 mil 450 millones de dólares y la de las IED desembolsadas fue de 4 mil 320 millones de dólares, lo que representa las bajas respectivas de 38,8 % y 2,2 % respecto al mismo lapso de 2022. El capital foráneo siempre se considera uno de los motores de crecimiento, por eso su disminución evidencia los desafíos para la economía vietnamita en el próximo período.
Ante la situación, Nguyen Thi Huong, directora general de la Oficina General de Estadísticas, del Ministerio de Planificación e Inversión, opinó: “Alcanzar la meta de crecimiento de 6,5 % para 2023 es sumamente difícil. Eso significa que tenemos que lograr más del 7-7,5 % en los trimestres restantes del año, en el contexto de fluctuaciones inusuales de la economía mundial y la reducción de demanda de socios externos, el cambio climático, los desastres naturales y los conflictos armados complicados”.
Nguyen Thi Huong, directora general de la Oficina General de Estadísticas, del Ministerio de Planificación e Inversión. (Foto: VGP) |
A pesar de las muchas dificultades y desafíos, expertos económicos han indicado varios puntos brillantes. Aunque la inversión extranjera directa ha disminuido, Vietnam continúa recibiendo compromisos de inversión de grandes empresas globales. Muchas compañías europeas están ansiosas por trasladar su inversión a Vietnam. El arroz vietnamita es una marca mundial famosa, que no solo ayuda a la seguridad alimentaria nacional y contribuye a la estabilidad macroeconómica, sino también crea espacio para que el país aumente sus exportaciones.
Entretanto, el doctor Le Duy Binh, experto en economía, sostiene que existen otras señales positivas. Concretó que la agricultura, la acuicultura y la pesca aún mantienen el crecimiento, mientras que el turismo tiene un ritmo positivo de recuperación y las inversiones sociales y estatales continúan aumentando. Además, las ventas minoristas totales de bienes y servicios de consumo y la tasa de empleo de los trabajadores mayores de 15 años se incrementan cuando el índice de desempleo disminuye, lo que muestra que la economía informal puede ser un apoyo para la economía nacional en medio del retraso de las industrias de producción y manufactura.
Se valora que Vietnam enfrentará muchas dificultades para alcanzar la meta del crecimiento del 6,5 % en 2023. (Foto: VOV) |
Para que Vietnam asegure la estabilidad económica y tenga buenas oportunidades de crecimiento en los próximos trimestres, el economista Tran Quy, director del Instituto Nacional de Desarrollo de la Economía Digital, recomendó́: “El Gobierno debe fortalecer la gestión de precios y mejorar la competencia para limitar el aumento de los precios de los productos y servicios y reducir la presión sobre los consumidores y las empresas. Las compañías también necesitan fortalecer su competitividad, optimizar los procesos de producción y mejorar la calidad del producto. Pero para ello, es necesario potenciar la transformación digital a fin de reducir costes. El Estado también necesita invertir en actividades que apoyen el crecimiento económico a largo plazo, como la infraestructura, la educación, la investigación y el desarrollo de las tecnologías y la logística. Estas son soluciones a largo plazo para reducir la presión inflacionaria”.
Desde el enfoque de un empresario, Nguyen Van Than, presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de Vietnam, propuso mantener las políticas fiscales y bancarias post-covid-19, expandir la política de exención de visado para atraer turistas, reducir las tasas de interés y prorrogar el tiempo del pago de deudas.
Organismos internacionales predicen que las fluctuaciones de la economía mundial seguirán teniendo impactos desfavorables en la economía vietnamita. Sin embargo, si se promueve la dinámica inherente, se gestiona bien los riesgos y se administra más flexiblemente los precios, la nación podrá lograr el objetivo de crecimiento del 6,5 % este año.