La fruta del dragón (pitaya) se procesa preliminarmente en la fábrica de Nafood en el distrito de Duc Hoa, provincia meridional de Long An. (Foto: VNA) |
La UE es actualmente el segundo mayor mercado de importación de productos agrícolas, forestales y pesqueros de Vietnam. Sin embargo, estas mercancías solo están disponibles en 17 de los 27 estados miembros del bloque europeo. Por ende, la aprobación del EVFTA ha “abierto la puerta” a un mercado de 450 millones de personas para el sector agrícola de este país asiático.
Según el pacto, casi el 100% de las dos líneas arancelarias y el volumen de negocios de importación de las dos partes se eliminarán después de una hoja de ruta relativamente corta: siete años para la UE y diez años para Vietnam. Hasta ahora, este es el nivel más alto de compromiso que ha firmado un socio con el país indochino en un tratado de libre comercio. Las preferencias arancelarias son la clave para llevar los productos agrícolas vietnamitas a más territorios. No obstante, para obtener un "boleto de viaje", los exportadores deben superar las barreras invisibles en cuanto a requisitos de calidad de bienes, seguridad alimentaria y origen agrícola que imponen los países de la UE.
El economista Nguyen Chi Hieu opinó: “La UE es un mercado muy exigente. Los productos vietnamitas al integrarse en este continente tienen que competir con otros de mejor calidad. El precio no es el principal problema, sino la calidad y la transparencia de información, lo cual es un punto débil de Vietnam”.
En términos de competencia, los productos agrícolas europeos no compiten directamente con los vietnamitas. Sin embargo, las empresas extranjeras pueden aprovechar al máximo las oportunidades del EVFTA para dominar la fase de procesamiento, lo que brinda un mayor valor agregado, pero todavía es una debilidad del país indochino.
Con el EVFTA, Vietnam tiene que competir con mercados fuertes en tecnología. Mientras tanto, las empresas agrícolas vietnamitas son en su mayoría pequeñas y microempresas con una escala del 97%, por eso su acceso a la información es todavía limitada. En el comercio, la competitividad de dichas compañías sigue siendo modesta y esto requiere una preparación más cuidadosa, especialmente en términos de políticas e instituciones.
Nguyen Dang Nghia, director del Centro de Investigación y Consultoría de Agricultura Tropical, enfatizó: “Organizamos la producción para construir marcas de productos agrícolas con el fin de cumplir con los estándares de cada mercado. Además, debemos ser más competitivos y tener una marca fuerte. Si no encontramos una solución para superar estos desafíos, perderemos la oportunidad. Y esta es una gran oportunidad”.
La puerta para las exportaciones agrícolas vietnamitas se ha abierto. Sin embargo, las empresas deben aprovechar esta gran oportunidad para aumentar su presencia y prosperar en el mercado europeo lleno de potencialidades.