(VOVworld) - El 2016 es escogido por el gobierno vietnamita como el año nacional de empresas incipientes, lo que refleja el interés social en sus arranques. Junto con los logros en los últimos 30 años de “doi moi” (renovación), las compañías vietnamitas se han desarrollado rápidamente, contribuyendo sustancialmente a los éxitos económicos del país. El objetivo del gobierno es que entre ahora y 2020, se registren un millón de creaciones. La meta no es fácil para alcanzar, pero es una motivación para el país.
Los nuevos emprendedores suelen enfrentarse con muchas dificultades debido a la larga distancia entre por un lado la teoría y el concepto que los motiva, y por otro la práctica y la realidad. Generalmente, carecen de experiencias en la gestión empresarial, en lo que se refiere en particular al marketing, la contabilidad y la producción. Para alcanzar éxitos desde la fase de lanzamiento, deben preparar en detalle su plan de negocio, lo cual constituye una base necesarias.
Nguyen Trong Thien, vicepresidente de la Asociación de las pequeñas y medianas empresas de Hanoi, recomendó: “El Estado debe mejorar los procedimientos administrativos, ya que todavía tenemos problemas no resueltos para obtener la autorización de emprender. Además, hay que ofrecer condiciones favorables en cuanto a los fondos de estimulo a la creación, y llamar más inversores extranjeros”.
La mayoría de las empresas emergentes se enfrentan con dificultades, especialmente por la falta de recursos financieros y la baja calidad del personal y la adaptabilidad débil en la integración global. Por eso, la escasez de conocimientos administrativos y jurídicos obstaculizan aún más a sus gerentes.
Para alcanzar éxitos desde la fase de lanzamiento, las empresas deben preparar en detalle su plan de negocio, lo cual constituye una base necesaria
|
Do Hoai Nam, co-fundador de Co-working Space, una consultoría dedicada al suministro de informaciones para los emprendedores, comentó: “Las empresas incipientes tienen que hacer frente a muchas dificultades, tales como el costo de alquiler y mantenimiento de sus oficinas, que llegan a representar más del 50 por ciento de sus cargas, debilitando su competitividad. Además, los conocimientos de sus dirigentes son muchas veces limitados, y se necesitan más experiencias para lograr triunfos en la fase inicial”.
Por su parte, Pham Thi Thu Hang, secretaria general de la Cámara de Comercio e Industria de Vietnam, dio a conocer que en los últimos tiempos, el gobierno se ha esforzado por mejorar el entorno de negocios favorable. Elaboró en particular unas políticas de auxilio para los individuos que se lanzan a montar sus negocios y para el desarrollo su proyecto. Agregó que el poder también presta atención a la conexión entre los emprendedores y los inversores para ofrecer las condiciones más favorables.
Thu Hang dijo: “Tenemos planes de colaborar con asociaciones de empresas y comités populares de distintas provincias y ciudades para apoyar las creaciones en cada localidad del país, así como elevar la eficiencia de las actividades de las nuevas entidades. Paralelo a esto, comparamos el costo para hacer negocios en Vietnam con el de otros países, así podemos hacer recomendaciones al gobierno en su busca de soluciones para seguir sus políticas de apoyo”.
Entre Mong Cai y Ca Mau, dos extremos sur y norte de Vietnam hay una nueva generación de empresarios determinados a materializar su pasión por los negocios. No obstante, para cosechar frutos, no es suficiente tener buena voluntad y actualizar sus conocimientos sobre sus mercados, el modelo jurídico y la gestión de sus entidades. Necesitan también un entorno emprendedor profesional y sano, con más transparencia. Esto es imprescindible para garantizar el derecho de libre creación empresarial.