Actualmente, Vietnam cuenta con cerca de un millón de empresas y aproximadamente cinco millones de negocios individuales. Este sector contribuye con alrededor del 51 % del PIB, más del 30 % de los ingresos presupuestarios del Estado y genera más de 40 millones de empleos, lo que equivale a más del 82 % de la fuerza laboral total.
Para fomentar su desarrollo, el Estado vietnamita ha transformado de forma profunda su enfoque de gestión, pasando de un modelo de control empresarial a uno de acompañamiento y servicio a las empresas. En particular, la Resolución Nº 68-NQ/TW del Buró Político, emitida el 4 de mayo de 2025, sobre el desarrollo del sector privado, ha liberado esta fuente clave de recursos para el país.
Ponentes del foro “Desarrollo del sector privado - Impulso para un Vietnam próspero en la era del despegue nacional”. (Foto: VOV5) |
Vo Tri Thanh, exsubdirector del Instituto Central de Estudios de Gestión Económica, comentó: “La Resolución 68 reconoce que las empresas privadas son la fuerza impulsora más importante. Cuando hablamos de economía de mercado, es evidente que el sector privado constituye su corazón. El crecimiento debe ser sostenible e inclusivo, y la economía verde y la transformación digital son aspectos vitales”.
Desde la perspectiva empresarial, Le Viet Hai, presidente del Grupo de Construcción Hoa Binh, opinó: “La Resolución 68 es una política acertada que debe implementarse con determinación. Vietnam puede aprender de Corea del Sur, como el caso en que el Gobierno surcoreano apoyó al grupo Hyundai para superar la crisis. El Estado debería adoptar políticas similares para respaldar a las principales empresas”.
Con un entorno favorable, las empresas privadas vietnamitas tienen el potencial de expandirse y competir en igualdad de condiciones en los mercados globales. Trinh Ba Dung, director general de la empresa Sao Da Lat, señaló: “Las empresas no necesitan fondos estatales, sino que el Estado cree las condiciones y el marco adecuado para que prosperen. Debemos comenzar con la fortaleza interna de las pequeñas y medianas empresas, que tienen gran potencial. De hecho, muchas de las grandes empresas exitosas en el mundo comenzaron siendo pequeñas”.
Varias compañías privadas vietnamitas ya han construido marcas de prestigio y consolidado su posición en los mercados regional e internacional, tales como Vingroup, VinFast, Sungroup, Thaco y Vinamilk. El sector privado, junto con el estatal y el colectivo, constituye el núcleo de una economía resiliente.
Delegados al foro se fotografían juntos. (Foto: VOV5) |
Nguyen Mai, presidente de la Asociación de Cooperación de Inversión Extranjera, afirmó: “Para construir una economía independiente y autónoma, es esencial fomentar tanto el sector estatal como el privado nacional. Cuando ambos representen el 55 % del PIB, estaremos más cerca de una economía verdaderamente autónoma. Actualmente, las empresas privadas vietnamitas ya tienen capacidad para llevar a cabo importantes obras de infraestructura, tecnología y servicios que hace 15 años solo realizaban compañías con inversión extranjera”.
En el contexto de la Cuarta Revolución Industrial y la creciente influencia de la inteligencia artificial (IA) en todos los ámbitos económicos y sociales, la transformación digital se convierte en un factor crucial para la supervivencia empresarial. Nguyen Dinh Thang, vicepresidente de la Asociación Vietnamita de Medios Digitales, enfatizó: “La transformación digital es el factor más importante para mejorar la competitividad de las empresas, incluidas las privadas. Estas están empezando a adoptar estrategias integrales, con objetivos claros, avanzando paso a paso y cambiando su forma de operar. Invierten en tecnología de manera adecuada y construyen su propia infraestructura tecnológica”.
Vietnam se ha fijado como meta alcanzar los dos millones de empresas operativas para el año 2030, de las cuales al menos 20 deberán integrarse en cadenas de valor globales, y lograr que el sector privado contribuya entre el 55 % y el 58 % del PIB. Con la vista puesta en 2045, se prevé un desarrollo acelerado, sólido y sostenible del sector, con una participación activa en las cadenas mundiales de producción y suministro, y con una competitividad elevada a nivel regional e internacional. La meta es alcanzar al menos tres millones de empresas para 2045, que aporten el 60 % del PIB nacional.