Islas de los vencejos en la Bahía de Nha Trang

Vinh Phong
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La Bahía de Nha Trang, en la provincia de Khanh Hoa, no solo es conocida por figurar entre las 29 radas más hermosas del mundo, sino también por sus riquezas naturales, entre las cuales destacan sus islas de vencejos. Esta valiosa especie de aves puebla diferentes islotes que emergen desde la inmensidad del mar hacia el cielo azul en un paisaje magnífico.
 La Bahía de Nha Trang, en la provincia de Khanh Hoa, no solo es conocida por figurar entre las 29 radas más hermosas del mundo, sino también por sus riquezas naturales, entre las cuales destacan sus islas de vencejos. Esta valiosa especie de aves puebla diferentes islotes que emergen desde la inmensidad del mar hacia el cielo azul en un paisaje magnífico.  
   

Islas de los vencejos en la Bahía de Nha Trang - ảnh 1
                      
 Isla de Vencejos- Hon Noi (Foto: Baomoi.com)


Se conoce como "Isla de los Vencejos" a 12 de las 70 islas de la Bahía, de Nha Trang, porque en ellas anidan esas aves. De ellas, las más conocidas para los turistas son Hon Noi (Islas Internas) y Hon Ngoai (Islas Externas). La compañía Yen sao Khanh Hoa ofrece viajes en barco a estas dos islas. Para conocer mejor la vida de estas aves, es recomendable ir entre marzo y septiembre, cuando hacen sus nidos. Sin embargo, dicha agencia turística lleva en cada viaje a no más de 60 clientes, para no alterar la paz de un entorno preferido por los vencejos hace cientos años.  Le Huu Hoang, director de esa compañía informó:
 "La visita a las cuevas donde anidan los vencejos en la isla de Hon Noi es un tour original y exclusivo de nuestra agencia. Prestamos especial atención a la protección del paisaje y el medio ambiente, y pedimos a los turistas respetar el entorno natural de los vencejos. Los visitantes pueden ver bien cerca todo el duro proceso de elaborar los nidos de vencejo para apreciar mejor los valores de este producto."
  A las 7 y media de la mañana, una lancha rápida con un fondo de cristal que permite contemplar el lecho submarino, zarpa del puerto de Cau Da y navega unos 24 kilómetros hacia la isla de vencejos. Llegamos primeramente a la caverna de Du Ha, donde vemos algunos vencejos que se quedan al cuidado de las crías, pues los demás salieron bien temprano por la mañana con sus vuelos acrobáticos a cazar insectos en zonas de hasta decenas de kilómetros de distancia.
La lancha rápida continúa su itinerario hasta el cayo Sam, de las Islas Internas, segundo lugar tras Islas Externas la explotación de los nidos de vencejo. Nos impresionan los vuelos ágiles y velocísimos de millares de pájaros bañados por una luz solar radiante. Los vencejos de aquí ya perdieron el miedo a los seres humanos. La suficiente nutrición y el rápido crecimiento de los vencejos en estas islas se deben al riguroso cuidado del entorno, la prohibición de la caza y la alimentación adecuada.
Cada grupo de 3 turistas recorre un estrecho camino de cemento hasta el fondo de la caverna. Una vez ahí, en un pasillo de seguridad dentro de la oscura cueva, la luz de las linternas permite a los aventureros descubrir numerosos nidos de vencejos, colgados en los techos rocosos, y sentir múltiples vuelos precipitados de los pájaros guardianes.
Después de la visita a la cueva, los visitantes regresan a la embarcación de fondo de cristal para observar el lecho marino con arrecifes de corales multicolores, con sus diversas formaciones. Luego, pasamos por una playa en Hon Noi, cuyas arenas se formaron con polvos de corales acumulados a través del tiempo. Aquí, tomamos un breve descanso en el Templo dedicado al Fundador del oficio de sacar nidos de vencejo, construido hace 10 años. Al pie de sus escalones hay decenas de árboles de almendros, sembrados por los mismos guardias de la isla. Los turistas pueden reposar en casetas con techo de guano o bajo las sombras de los árboles de Heliopropo, originarios del archipiélago de Truong Sa. Sería imperdonable perderse un baño en el agua fresca y transparente de la bahía, la mejor forma de entregarse plenamente a la naturaleza y relajarse. Además, los visitantes pueden subir unos 100 escalones hasta un mirador de unos 60 metros de altura, que ofrece una espectacular vista y permite sentir la frescura de las brisas, el sabor salobre del mar y admirar la majestuosidad de la naturaleza. Luego, pueden disfrutar un almuerzo elaborado con productos marítimos y tomar una bebida hecha con nidos de vencejo. Thanh, un joven procedente de Ciudad Ho Chi Minh expresó:
"Esta es la segunda vez que visito Nha Trang. Los tours son cada vez más atractivos, especialmente el viaje a las islas de vencejos. Antes, yo las conocí solo a través de la televisión. Ahora puedo ver de cerca esta ave valiosa y aprecio más el oficio tradicional de explotar nidos de vencejo, heredado de nuestros antepasados. En esta ocasión, también tomé por primera vez en mi vida la bebida hecha por nidos de vencejo. De verdad que me gusta mucho este viaje y estoy muy contento."
  En la trayectoria de vuelta, ya las brizas se tornan, ahora desde del mar, y las olas se levantan con fuerza. Una sensación de relajación y unos bellos recuerdos acompañarán a los visitantes tras el viaje tan interesante a las islas de vencejos en la bahía de Nha Trang./.

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