Greta Kam, originaria de Lituania, decidió quedarse en Ciudad Ho Chi Minh para recibir el Tet vietnamita. (Foto: VOV)

Para cada vietnamita, el Tet significa la reunión con la familia, dejando atrás las preocupaciones, inquietudes y cansancio del viejo año, para estar con los seres queridos. Los extranjeros, de diferentes procedencias, perciben los grandes valores que aporta la fiesta tradicional. Vivir el Tet les brindará interesantes experiencias sobre la cultura, la vida, las creencias y tradiciónes del país indochino.

Greta Kam, de 26 años de edad, procedente de Lituania, disfrutó de las vacaciones del Tet vietnamita durante cuatro años. Este año, en lugar de viajar por el país, decidió quedarse en su casa en Ciudad Ho Chi Minh para disfrutar de las reuniones familiares y de la preparación de platos tradicionales; sentir la tranquilidad que reina en las calles por donde corre el bullicio en los días normales; recibir deseos y dinero de buena suerte; ir a la pagoda; y llevar la túnica de la mujer vietnamita “Ao Dai” recorriendo las calles y tomando fotos. “Tengo 5 vestidos y me gusta usarlos. Para mí, son trajes muy hermosos, que aportan feminidad, ternura y elegancia. Siempre lo uso durante el Tet”, dijo Greta.

Este año es el primer Tet de la coreana Kim Seo Jung (d.) (Foto: VOV)

Hace cuatro años, Kim Seo Jung, una coreana de 46 años, visitó por primera vez Ciudad Ho Chi Minh cuando solo quedaba una semana para el Tet. En ese momento, ella no sabía hablar vietnamita ni entendía su cultura. Pensó que celebraría un año nuevo fuera de su tierra natal en soledad. Sus amigos nativos la invitaron a su casa para recibir el Tet, ir a la pagoda y probar comidas tradicionales. Dijo que el Tet de Vietnam tiene más actividades que la similar fiesta en Corea del Sur. Pero ya sea Vietnam o Corea del Sur, siempre es una oportunidad para que las personas radicadas en ultramar regresen, se reúnan, compartan historias y deseen un año nuevo colmado de paz y felicidad. Gracias al afecto y la sinceridad de la gente local, Kim Seo Jung se siente como si estuviera en casa y su nostalgia se suaviza. Contó: “Una mañana del Tet, barrí el piso como de costumbre. La dueña de mi habitación de alquiler me aconsejó no limpiar la casa porque según la tradición vietnamita, esto significa perder la buena suerte. No entendía vietnamita, por eso, no lo sabía. Pero no se enfadaba,  sino que me trataba como a una miembro de su familia”.

Kim Seo Jung estaba muy impresionada cuando en los últimos días del viejo año, muchos estudiantes en las universidades se reúnen para hacer el pastel “Banh chung” y ayudan voluntariamente a los más necesitados. Para ella, ese trabajo es muy significativo.

A Macoi Cirilo le interesa disfrutar de las vacaciones del Año Nuevo Lunar en Vietnam. (Foto: VOV)

A diferencia de Greta Kam y Kim Seo Jung, este es el primer año en que Macoi Cirilo, un joven filipino de 28 años disfrutará del Tet. Escuchó a muchos amigos hablar sobre experiencias interesantes en esta fiesta tradicional y sobre lo amigables y hospitalarios que son los vietnamitas. Espera experimentarlo, diciendo: “Deseo asistir a las actividades festivas como banquetes y carnavales. Mi amigo y yo planeamos celebrar el Año Nuevo en Ciudad Ho Chi Minh, pero nos encantaría recibirlo en muchas otras provincias del país”.

El Tet tradicional con su propia identidad ha dejado muchas buenas impresiones en el corazón de los extranjeros que viven y trabajan en Vietnam. De este modo, ayudarán a otros amigos internacionales a comprender mejor sobre un país rico en identidad cultural, amistoso y hospitalario.