En la meseta de piedra de Dong Van, en los últimos tiempos se promueve un nuevo potencial para fomentar el turismo local. Se trata de vastos campos de alforfón y de menta piperita, lugares de gran interés para los visitantes de todas partes del país al llegar a esta tierra altiplana en su periodo de florecimiento. Especialmente la flor de la piperita, muy abundante en el lugar, favorece la producción de una miel de abeja incomparable.
La flor de menta piperita es abundante en Ha Giang (Foto: VNA)
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La menta piperita es una planta silvestre que crece a unos dos mil metros sobre el nivel del mar. Abunda mucho en los distritos de Quan Ba, Yen Minh, Dong Van y Meo Vac de la provincia de Ha Giang. Es capaz de resistir la frialdad y de crecer sobre el suelo rocoso de la zona.
La floración de la piperita va desde finales de octubre hasta inicios de enero, una temporada muy dura para casi todas las plantas. Sin embargo, es el periodo en que la menta piperita presume de su vitalidad y hermosura con una flor violeta-rosada de una fragancia agradable. Por eso la miel de las abejas que se alimentan de su polen tiene una calidad especial, altos valores nutritivos y tan agradable sabor.
La apicultura en Dong Van observa las viejas técnicas naturales. Los insectos recolectan el néctar de la menta piperita y solo es necesario ubicar los colmenares, y luego revisarlos con frecuencia para recolectar la miel justo a tiempo.
Pero a medida que crece la demanda, los apicultores locales intercambian nuevos métodos para aumentar el rendimiento y conseguir mayores ingresos. Las familias desarrollan de unas pocas hasta cientos de colmenas. Vu Thi Dao, residente de la comuna de Sung Chao, del distrito de Meo Vac, dijo: “Cada cultivo de miel dura tres meses y en ese tiempo solo nos dedicamos a la apicultura. Por eso podemos consagrar toda nuestra atención a su cuidado y así aumentar la productividad y elevar los ingresos”.
La miel de abeja de la flor de piperita, una especialidad del distrito de Dong Van, en la provincia de Ha Giang (Foto: VNA) |
Los lugareños ahora ya dominan las técnicas de desplazar las colmenas a determinadas fuentes de flores para poder recolectar la máxima cantidad de miel posible. Al respecto, Vang Sung, de la etnia Mong, en el distrito de Dong Van, compartió: “Las abejas no deben situarse muy lejos de los campos de flores. La distancia ideal es de unos 500 metros. Si esta es muy larga, tardan más tiempo en recolectar néctar y así se reduce mucho la cantidad y la calidad de la miel”.
En el invierno, para evitar las fuertes rachas de viento, los apicultores locales ponen los nidos artificiales en los lugares protegidos del frío. Pham Dung, un experto en este oficio, comentó: “En las zonas más altas los cultivos invernales comienzan en colmenas numerosas y con miembros fuertes para generar en un corto tiempo la mayor cantidad de miel posible. Tras explotar un campo de flores paso mis abejas a otra con más abundantes fuentes de polen”.
En la temporada de cosecha, a lo largo del camino llamado Hanh Phuc (Felicidad) y los que conducen del centro del distrito a las comunas de Can Chu Phin, Lung Pu y Khau Vai (de Meo Vac), se observan muchas tiendas de apicultores levantadas cerca de los campos de menta piperita.
La apicultura ha reorientado la producción mercantil de la localidad de Dong Van y contribuye a aumentar los ingresos y mejorar la vida de los pobladores étnicos de esta zona montañosa.
Tô Tuấn