Una casa de tierra construida con técnicas ancestrales en Lao Cai. (Foto: langvietonline.vn) |
Al llegar a Nan San, una comuna situada a tres kilómetros del centro del distrito de Si Ma Cai, los turistas tienen la oportunidad de contemplar terrazas de arroz en un valle pintoresco, así como también las típicas viviendas de los Nung, las cuales tienen cientos de años de antigüedad.
Según dijo Then Xuan Van, la construcción de este tipo de casa sigue patrones preestablecidos. El primer paso que se debe hacer es escoger un lugar acorde a las condiciones de producción y vida de cada hogar. Además, no pueden faltar rituales tradicionales, que se realizan al comienzo y al término de la construcción e incluso durante el proceso. Xuan Van precisó: “Los Nung cuidamos mucho la geomancia a la hora de erigir una nueva casa. Es bueno elegir una buena dirección a la que se mira la puerta de la casa. Solemos escoger una hora y una fecha consideradas auspiciosas para poner el cimiento de la vivienda. En el día indicado, medimos el terreno y colocamos los moldes, y luego, ofrendamos un gallo y un trozo de carne a las divinidades y los antepasados. Les informamos sobre el inicio de la construcción y les pedimos bendiciones para que la casa se finalice tempranamente y sea resistente, y también para que los que viven en ella tengan una vida próspera y saludable”.
Después que el dueño de la casa o el hechicero termina su oración, sacrifican el gallo y lo hierven, para rendir culto otra vez a los ancestros con el mismo animal, pero esta vez hervido, junto con tres tazones de arroz, tres copitas de aguardiente, inciensos y papeles votivos. El mago decide el inicio inmediato de la construcción viendo la forma de la pata del pollo; si esta es muy fea, puede que se postergue la puesta de la primera piedra de la obra para otro día.
Para hacer la pared de la casa, los Nung preparan un molde hecho de cuatro paneles de madera, dos de ellos sellados en los extremos por otros dos de menor tamaño. Cada molde suele tener 50cm de alto, 30cm de grosor y de 1,5 a 2 metros de largo. Una casa completa con paredes de tierra debe tener una altura de 3,5 a 3,8 metros.
Según Then Xuan Van, al iniciar el proceso, hay que ajustar las paredes de modo que las cuatro esquinas queden perpendiculares entre sí. En cuanto a la tierra para hacer las paredes, es más conveniente la roja ligeramente arenosa, ya que con este material la construcción será más sólida. Además, para que las paredes queden lisas, apretadas, poco porosas y sin grietas ni asperezas, se utiliza un tablón de madera para golpear la masa de tierra en el molde.
Mientras que se elaboran las paredes de tierra compactada, un grupo de carpinteros trabajan los pilares y las vigas. Cuando terminan de erigir las cuatro paredes, comienzan a levantar las columnas. Then Xuan Van explicó: “Las casas simples tienen cuatro filas de pilares, y cada una tiene una columna más grande. En el día en que se colocan los pilares también realizamos rituales, uno antes de despuntar el alba, y otro luego de levantar las columnas. En la segunda sesión de culto, se ofrendan un pollo, 12 pasteles y un litro de aguardiente”.
El día de la inauguración de la nueva vivienda es una fecha memorable para los Nung radicados en Nan San. El dueño, en condiciones económicas favorables o no, hace un banquete al cual invita a los parientes y vecinos a festejar la mudanza a la nueva vivienda. Especialmente, es importante la presencia de los ancianos y conocedores de las costumbres arraigadas de la etnia Nung. Vang Van Thuong, líder de la comuna de Nan San, dijo lo siguiente: “Cuando la construcción está terminada, los familiares y vecinos vienen a celebrar la nueva casa. Según la antigua costumbre, los invitados traen un tubo de arroz, y algunos otros un poco de dinero, para mostrar solidaridad. En la celebración de la casa nueva, también organizan sesiones de canto, en las que la gente interpreta canciones folclóricas de manera alternativa en un ambiente de alegría”.
Las casas de tierra del grupo étnico Nung en la comuna de Nan San suelen tener forma rectangular, rodeadas por cuatro paredes de tierra. Su tamaño y su diseño interior dependen del gusto y la condición económica del propietario, pero sea grande o pequeña, todas siguen un patrón y generalmente tienen de 3 a 4 ventanas pequeñas, una puerta principal y una puerta lateral.
Es una obra arquitectónica única que refleja los valores materiales y espirituales de los autóctonos Nung, y es un producto creativo asociado a toda su vida.