Al igual que otros grupos étnicos residentes en Tay Nguyen (Tierras Altas centrales de Vietnam), los Bahnar suelen reunirse para cantar o recitar extensas obras épicas transmitidas de generación en generación. Estas narraciones proporcionan una pintura en miniatura muy vivaz sobre el pasado indígena.
La epopeya “Dam San”, la primera y más famosa de la etnia Ede fue descubierta en la década de los años 30 y fue en 1980 cuando se conoció una obra del mismo género de los Bahnar y se empezó a estudiarla. El profesor To Ngoc Thanh, presidente de la Asociación de Artes Folclóricas de Vietnam dio a conocer: “En 1980 descubrimos que existían epopeyas en la etnia Bahnar. Antes de ese momento, solo se narraban en forma de cuentos de hadas y, no con versos. El “Dam Noi” es la primera obra épica que hallamos en esta comunidad. “Noi” es el nombre del protagonista y “Dam” significa “héroe”.
La presentación de una sesión de narración de apopeya de los Bahnar (Foto: Internet) |
Según Ngoc Thanh, las epopeyas de los Bahnar reflejan las luchas de sus ancestros para sobreponerse a las condiciones desfavorables de la naturaleza y dan explicaciones a distintos fenómenos naturales y sociales tales como la creación del universo y del ser humano, las pugnas entre tribus y la victoria de la bondad sobre la maldad. Mientras que en las obras del mismo género de otras etnias los héroes de sus respectivas comunidades como Diong y Du son los protagonistas, las de los Bahnar están vinculada a Dam San y profundizan en las tres etapas más importantes de su vida: su casamiento, su trabajo y su causa heroica. El académico To Ngoc Thanh agregó: “La obra, al igual que las otras de este tipo está enfocada en las luchas de Dam Noi contra las fuerzas del mal y por proteger su pueblo. Aunque existen diferencias entre ellas, en todas abundan las hazañas de los protagonistas en sus contiendas frente a las maldades y su afán por traer bienestar a los aldeanos”.
Divididas en varias partes, las epopeyas de los Bahnar forman un conjunto completo, usando una lengua rica en imágenes y en musicalidad, y recurriendo a animales y árboles para transmitir los sentimientos humanos. A través de los recitales de prosa y verso, se narran historias extensas con una cantidad de personajes y hechos relacionados entre sí. Estas obras se leen en los espacios vinculados a la cultura de esta comunidad minoritaria como las casas comunales “rông” o las parcelas de cultivo donde se celebran bodas, rituales funerarios y otras actividades aldeanas importantes.
Quienes cantan o narran las epopeyas son grandes conocedores de la cultura y las costumbres arraigadas de su comunidad y poseedores de especial memoria y voz. Pero lo que más importa es su capacidad creativa. Los recitales se llevan a cabo por la noche, y los narradores pueden quedarse sentados o acostados mientras que los espectadores se sientan cerca de las paredes de la casa y alrededor de una pequeña fogata. De acuerdo con el profesor To Ngoc Thanh, la noche otorga un ambiente muy especial a esta actividad. Amplió: “El que cuenta la historia épica no tiene que actuar. En la oscuridad, su voz suena como si llegara de un tiempo muy remoto. Como Dam Noi representa el pasado, no es necesario ver con los ojos su encarnación, sino imaginar su figura a través de la poesía cantada o hablada. Así pues, no importa si el aedo está parado, sentado o acostado, solo su voz, que es capaz de evocar todo un pasado lejano vinculado al héroe. Cada uno de los espectadores tiene en su mente una imagen propia del protagonista, y en eso radica el arte del narrador y la creatividad que entrega a su audiencia”.
Normalmente, la epopeya Dam Noi, reconocida por el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo como Patrimonio cultural intangible nacional en abril de 2017, se recita en tres noches consecutivas, ya que los Bahnar creen que sus ancestros, entre ellos el héroe Noi, pueden regresar a través del relato hasta sus descendientes y comunicarse con ellos. Los aldeanos, que ya aprendieron de memoria la obra completa, no acuden a la casa comunal para conocer la historia, sino por mera esperanza en la comunicación con sus antepasados y los seres divinos. Es una forma para conocer más la vida material y espiritual del pasado, sus experiencias y su comportamiento con el ambiente natural y social. Cantar, recitar o disfrutar de esas citas nocturnas especiales también proporciona oportunidades para aumentar la solidaridad entre los miembros de la comunidad.