Contradicciones, disputas o colisiones, sin importar su grado de gravedad, todo puede resolverse con un sincero perdón, pero la reconciliación siempre es más fácil de lograr en la mañana.
Esta es una creencia y práctica que los Xo Dang tienen desde tiempos remotos para mantener las buenas relaciones entre vecinos, como dijo A Djoa, residente del caserío 3, de la comuna de Tan Canh, en el distrito de Dak To, provincia altiplana de Kon Tum. Al respecto comentó: “Una noche en mi aldea un hombre, después de unos tragos de licor, armó una bronca con un vecino. A la mañana siguiente tuvo que ir a pedir perdón a la casa del otro. Este acto es muy importante si queremos eliminar los malentendidos y expresar la buena voluntad”.
Un corresponsal de VOV entrevistando a étnicos Xo Dang en Kon Yieng, de la provincia de Dak Lak |
Según reza la tradición, se deben ofrecer disculpas en la mañana, en presencia del jefe de la aldea como mediador. Y Ui, de la aldea Tea Dje Kram, de la comuna de Dak Ronga, del mismo distrito de Dak To, explicó: “Cuando ocurre algún incidente en el poblado, el que lo provoca tiene que pedir perdón a la persona afectada antes de que las aves de los bosques dejen sus nidos en busca de comida. Quien ofrece las disculpas lleva un pollo abrasado, incluso algún aguardiente, para explicar sus anteriores acciones y presentar sus disculpas. El jefe de la aldea y también mediador del diálogo analiza las acciones de ambos lados y exhorta al culpable a ofrecer disculpas y prometer no reincidir en la falta, pero si esta es grave, debe pagar una multa”.
El patriarca A Luo, jefe de la aldea de Kon Pau, de la comuna de Ea Yieng, del distrito de Krong Pach, en la provincia de Dak Lak, señaló que la mañana es considerada el momento ideal para la reconciliación. En primer lugar, debido a que el ambiente matutino siempre es puro y sereno y en segundo, porque es cuando la mente humana parece más lúcida, y ello sirve mucho para un diálogo sensato. Además, los Xo Dang creen que al cumplir con esta tradición, las deidades presenciarán el acto y bendecirán a las partes involucradas para evitar que las polémicas se agraven o conviertan en conflictos difíciles de resolver.
En realidad, las conversaciones de este tipo siempre logran el objetivo propuesto: la reconciliación, y esto contribuye en gran medida en la consolidación y el fortalecimiento de las relaciones entre las personas, así como los vínculos comunitarios en general. A Khao, residente de la aldea de Ea Mao, de la comuna de Ea Yieng, del distrito de Krong Pach, en la provincia de Dak Lak, contó sus propias experiencias: “Una vez una vaca de mi familia se escapó del establo porque la puerta estaba rota y fue a comer maíz en el sembradío de Buo Ngok y dañó su cultivo en unas decenas de metros cuadrados. A la mañana del día siguiente acudí a la casa de mi vecino con 200 mil dongs para pedirle perdón e indemnizarle por las pérdidas. Buo Ngok me perdonó pero no aceptó la recompensa al saber que yo no había soltado la vaca. Solo me dijo que tuviera más cuidado con mi ganado. Le agradezco mucho”.
De acuerdo con A Thin, del poblado de Tea Roxa, de la comuna de Dak Tram, del distrito de Dak To, en la provincia de Kon Tum, esta costumbre ancestral recuerda que como ser humano, nadie es perfecto y se pueden cometer errores. Sin embargo, si de verdad nos arrepentimos, podemos superar las consecuencias y lograr lo mejor. En el caso de los afectados u ofendidos, estos no tienen por qué guardar rencor y tomar las faltas de otras personas para ponerles pleito o pedirles pagar castigo, sino que deben mostrar su generosidad y clemencia, señalar qué deben hacer o evitar, además de guiar a los culpables por el camino hacia acciones benévolas, para su propio beneficio y por el bien de su familia y de toda la comunidad, resaltó A Thin. Para este grupo étnico, es importante mantener una relación solidaria entre sus miembros para así avanzar juntos.
La costumbre de pedirse perdón en la mañana constituye un hermoso rasgo en el comportamiento de los pobladores Xo Dang y pese a los cambios en la vida, esta práctica legada por sus antepasados sigue aplicándose al pie de la letra en ese pueblo.