A pesar de su avanzada edad, Hang A So mantiene una notable forma física y una gran lucidez mental. De piel oscura y sonrisa constante, este septuagenario no puede ocultar su satisfacción cuando habla de su huerto, que constituye su principal medio de subsistencia y le permite escapar de la pobreza.
 El multimillonario campesino Hang A So. (Foto: VOV) |
Nacido en una gran familia de campesinos, Hang A So no tuvo una infancia fácil, como muchos de sus compañeros. Su familia dependía de un modesto campo de arroz y maíz, cuyas cosechas a menudo resultaban insuficientes para cubrir todas sus necesidades. El joven A So pensaba constantemente en formas de brindar una mejor calidad de vida a su familia.
En 1990 decidió empezar a cultivar ciruelos. Bajo su meticulosa supervisión, el huerto creció de manera prometedora y proporcionó abundantes cosechas en los primeros años. En 2019 dedicó una gran extensión de terreno al cultivo de naranjos. Hoy gestiona con éxito cuatro hectáreas de ciruelos y naranjos.
“En 1990, el Estado animó a los agricultores a empezar a cultivar ciruelos. Gracias al apoyo de las autoridades pude obtener plántulas para emprender la fruticultura. Esta iniciativa permitió a mi familia salir de la pobreza. Hoy también cultivo naranjos. Las dos operaciones me dan un ingreso de 60.000 dólares”, dijo A So.
Según Hang A So, la clave del éxito reside en la adopción de avances tecnológicos. Desde 2019 apuesta por la agricultura ecológica y ha realizado importantes inversiones en la modernización de sus equipos. Gracias a sus sistemas de riego automático y detección temprana de plagas consigue ahorrar tiempo y energía, elevando notablemente la eficiencia de su trabajo.
Cada año, el huerto de Hang A So produce alrededor de 80 toneladas de fruta de una calidad excepcional, destinada al mercado nacional y extranjero. Nguyen Thi Xuyen, mayorista de Hanói, dio testimonio de la calidad de las naranjas de la finca de Hang A So, al decir: “La calidad de las naranjas de aquí es estable, el sabor es muy dulce y a los clientes de las tierras bajas les encanta. Desde hace unos años vengo aquí a comprar. No importa qué jardín solicite, siempre estoy para comprar las frutas. Todos los jardines del lugar tienen casi la misma calidad, pero particularmente los naranjos del señor So son casi los más dulces. Desde el año en que él comenzó a cultivar naranjos, siempre he venido a comprar sus frutas”.
 Una vista de la finca frutal de 10 hectáreas del septuagenario agricultor Hang A So. (Foto: VOV) |
Hang A So comparte felizmente sus conocimientos y experiencias con otros agricultores necesitados. También abre sus puertas a visitantes de otras provincias que deseen iniciarse en la fruticultura. Su familia emplea a una veintena de personas, ya sean permanentes o estacionales, ofreciéndoles salarios mensuales de entre 250 y 300 dólares a cada uno.
Trang A Chu, residente en el pueblo de Nong Truong, del distrito de Moc Chau, uno de los empleados del septuagenario, compartió su experiencia diciendo: “Antes de trabajar para el señor So, yo no tenía un trabajo estable. Hoy tengo unos ingresos dignos. Muchos de mis compañeros también han conseguido salir de la pobreza gracias a esta oportunidad”.
A su vez, Luong The Quynh, presidente de la Asociación de Agricultores de Moc Chau, valoró: “Nuestra asociación organiza periódicamente talleres de formación para agricultores, durante los cuales presentamos el modelo del señor So. Muchas familias han seguido su ejemplo y han obtenido ingresos más altos. El señor So comparte generosamente sus técnicas con otros agricultores para ayudarlos a mejorar su productividad”.
Los logros del señor Hang A So han sido reconocidos con numerosos certificados de mérito y premios del Comité Popular de la provincia de Son La y del distrito de Moc Chau. El año pasado, fue elegido uno de los 100 agricultores vietnamitas más sobresalientes.