Históricamente, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur han celebrado reuniones trilaterales 12 veces, anexas a la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en 1994. Sin embargo, esas citas sólo se llevaron a cabo paralelas a eventos diplomáticos multilaterales. Esta es la primera vez que el encuentro trilateral se organiza de forma independiente.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y sus homólogos de Japón, Yoshimasa Hayashi, y de Corea del Sur, Park Jin. (Foto: Kyodo)

Momento adecuado

A la Cumbre entre los tres países asistieron el presidente estadounidense, Joe Biden, junto con su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida. Es la primera vez que Biden recibe a líderes extranjeros en el Campo David, la residencia de campo del presidente de Estados Unidos, desde que asumió el cargo en 2021.

La conferencia fue organizada a propuesta del presidente Joe Biden cuando los tres líderes se reunieron al margen de la Cumbre del G7 en mayo de este año. En ese momento los tres dirigentes acordaron llevar la cooperación trilateral a un "nuevo nivel". El objetivo siempre fue fortalecer la colaboración estratégica entre tres naciones frente a las "amenazas nucleares y de misiles" de la República Democrática Popular de Corea, así como promover un libre y abierto orden internacional basado en las normas.

Los analistas dicen que la reunión llega en el momento adecuado, ya que Corea del Sur y Japón normalizaron su cooperación bilateral a principios de este año. Todo ello gracias a la eliminación de las discrepancias sobre el territorio y la historia que afectan sus relaciones comerciales y de seguridad. Además, los líderes de los tres países comparten puntos de vista acerca de muchos temas en el noreste de Asia. Todos han ideado sus propias estrategias para la región del Indo-Pacífico. El trío también está consciente de que una alianza estrecha y confiable será la premisa más favorable para realizar con éxito los planes estratégicos de cada uno en el tiempo venidero.

Sentar bases para una amplia cooperación

Según el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la cumbre los líderes debaten temas prioritarios y de interés común para los tres países. Estos serían la seguridad económica, las tecnologías emergentes, la asistencia humanitaria y los programas de desarrollo. Se preocuparon también por cómo “institucionalizar aún más” el marco de cooperación trilateral en seguridad. Este mecanismo juega un papel esencial en el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad dentro y fuera de Asia.

A su vez, el coordinador de la Casa Blanca para la región del Indo-Pacífico, Kurt Campbell, consideró que la conferencia ofrecía iniciativas ambiciosas para mantener el impulso de las relaciones entre los tres aliados. Campbell afirmó que el objetivo principal del encuentro en el Campo David es hacer que la cooperación trilateral sea "más amplia, profunda y efectiva".

Por su parte, el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Kim Tae Hyo, enfatizó que la consulta trilateral entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón tendrá una identidad separada, obviamente, como una agencia cooperativa en la región del Indo-Pacífico.

En sus declaraciones previas a su viaje a Estados Unidos el 17 de agosto, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, afirmó que las relaciones entre los tres países se tornarán cada vez más fuertes cuando los estándares internacionales basados en la libertad y la apertura se tambalean. Así, esta cumbre será una oportunidad histórica para que las tres partes fortalezcan sus vínculos estratégicos, remarcó.

El Campo David, la mansión de retiro del presidente de Estados Unidos, ha sido escenario de distintos acontecimientos destacados en el mundo, tales como: las negociaciones históricas de la Segunda Guerra Mundial entre los líderes estadounidenses y británicos o conversaciones de paz entre los líderes de Israel y sus vecinos árabes. Y con la cumbre trilateral entre Washington, Tokio y Seúl se cree que el Campo David será reconocido como un sitio histórico de la diplomacia mundial en el siglo XXI, abriendo un nuevo capítulo para la cooperación entre los tres aliados y llevándola a un nivel superior.