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Los diputados respaldaron la propuesta, destacando que la medida fomenta la inversión en agricultura, mejora los ingresos de los campesinos y contribuye al desarrollo rural sostenible.

Se propuso priorizar la exención para productores directos, cooperativas y modelos agrícolas sostenibles, y establecer condiciones claras como evitar el abandono de tierras y garantizar el uso adecuado.

El diputado Thach Binh Phuoc, de la provincia sureña de Tra Vinh, afirmó: “La exención debe aplicarse a quienes trabajan directamente en la producción agrícola. Para organizaciones o individuos que no producen o que tienen una explotación ineficaz, se debería considerar mantener o reducir parcialmente el impuesto. Además, esta política debe ir acompañada de condiciones claras, como no dejar tierras ociosas por más de 12 meses, uso conforme al propósito declarado, y contratos formales en caso de arrendamiento. Así evitaremos el desperdicio de recursos nacionales y mejoraremos la eficiencia en el uso de la tierra”.

Cada año, la exención representa entre 7 y 8 billones de dongs (aproximadamente 305 a 349 millones de dólares estadounidenses) y esta medida se considera una inversión clave para la seguridad alimentaria y la modernización del campo vietnamita.