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Esta es la primera reunión importante entre los dos países bajo la administración del presidente Joe Biden luego de 4 años de crisis en las relaciones binacionales.

En el encuentro, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que Washington no buscaba ningún conflicto con Beijing, pero que estaría listo para la competencia.

Según Blinken, Washington abordará sus profundas preocupaciones sobre las acciones chinas que "amenazan el orden basado en reglas" y las actividades de opresión económica de Beijing contra los aliados de Estados Unidos.

Por su parte, el consejero de Estado chino, Yang Jiechi, dijo que era Estados Unidos quien estaba utilizando su poderío económico y militar para presionar a otros países, mientras abusaba de la seguridad nacional para amenazar el futuro del comercio internacional. 

Afirmó que China se opondrá firmemente si Estados Unidos interfiere en sus asuntos internos, pero aun así expresó su esperanza de que las dos partes tengan un respeto mutuo y una cooperación en lugar de conflictos.