La Autoridad Palestina celebró el gesto, al que calificó como una muestra del compromiso de Francia con el derecho internacional y con el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y a la creación de un Estado independiente. En la misma línea, el movimiento islámico Hamás lo consideró “un paso positivo en la dirección correcta” e invitó a otros países, especialmente europeos, a adoptar decisiones similares.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita describió la postura francesa como “histórica” e instó a las naciones que aún no han reconocido a Palestina a hacerlo, en favor de la paz y de los derechos legítimos del pueblo palestino.
Jordania también aplaudió la iniciativa, calificándola como “un paso correcto hacia una solución de dos Estados y el fin de la inestabilidad actual”.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su respaldo a la posición de Francia.
En contraste, Estados Unidos e Israel rechazaron la declaración, alertando de posibles consecuencias negativas para la seguridad regional.