El humo se eleva después de un ataque aéreo en Saná, Yemen. (Foto: Xinhua/VNA)
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El Comando Central de Estados Unidos evitó responder a las preguntas sobre posibles víctimas civiles, limitándose a citar un comunicado en el que se subraya que el ataque no tuvo como objetivo perjudicar al pueblo yemení.
Según Washington, las operaciones militares buscan eliminar las fuentes de combustible de los hutíes, a quienes acusa de financiar, desde hace más de una década, sus actividades con ingresos considerados ilegales.
Mientras tanto, los hutíes condenaron enérgicamente el ataque aéreo y afirmaron que Estados Unidos atacó una importante instalación civil que ha sido esencial para el pueblo yemení durante décadas.
El ataque, ocurrido el 17 de abril, representó el primer bombardeo estadounidense contra una instalación petrolera bajo control de esta fuerza y marcó una escalada significativa en la campaña militar de Washington contra los hutíes.
Esta ofensiva se produce como respuesta al ataque del referido movimiento a buques de carga vinculados a Israel en el Mar Rojo, que tuvo lugar meses atrás.